El asesino confeso del ministro dominicano de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, le dijo al Ministerio Público los motivos por los que le disparó al funcionario. Las declaraciones fueron dadas a conocer parcialmente este miércoles mediante un comunicado.
Miguel Cruz, amigo de infancia de Jorge Mera, se presentó en las dependencias ministeriales cerca de las 11:00 a.m. de la mañana del lunes y allí mantuvo una reunión con el director Nacional de la institución, Juan Manuel Cuervo, quien se percató de que el imputado se encontraba muy alterado
«Hice campaña y no me resuelven», le manifestó a Cuervo, antes de subir al despacho del ministro, airado porque la empresa Aurum Gavia S.A., bajo investigación, «había pedido permiso para exportar 5.000 toneladas de baterías usadas. Pero el mismo había sido rechazado», narra el documento.
Incluso, «esta situación provocó que hace menos de un mes amenazara al consultor jurídico del ministerio, Edilio Segundo Florián», reza el texto. Tras hacerle esperar por estar reunido, el ministro manifestó que no necesitaba seguridad para recibir a Cruz.
«Es mi amigo, es mi hermano», dijo Jorge Mera, quien de inmediato hizo pasar al imputado y se quedó solo con él alrededor del mediodía.
Muy pocos minutos después, Cruz, sin mediar discusión, «asestó seis disparos a la víctima, incluyendo heridas a distancia y de contacto», accionar que evidencia «una conducta típica de un asesino frío y calculador» y que se trató de un crimen planificado.
Cruz, entonces, asesinó a sangre fría al ministro Mera porque no le fue concedido el permiso de exportación de baterías usadas.
¿Qué hizo después del asesinato?
Tras asesinar a Jorge Mera, Miguel Cruz salió del Ministerio de Medio Ambiente por la puerta principal y se refugió en una iglesia donde le entregó el arma al sacerdote, a quien confesó que había matado a alguien, aunque sin especificar a quien.
Horas más tarde, y tras hablar por teléfono con la procuradora adjunta Yeny Berenice Reinoso, se entregó a las autoridades, tras recibir garantías de que no atentarían contra su vida.
Según los fiscales, el imputado se dirigió a la iglesia por la única razón de no poder salir en el vehículo, aparcado en las dependencias ministeriales, y en el que llevaba una maleta con dinero y documentos, que apuntan a que tenía intención de escapar una vez cometido el hecho.
En el vehículo del imputado las autoridades hallaron un arma calibre 9mm con dos cargadores con 30 cápsulas cada uno, así como un maletín con cuatro cargadores con capacidad para 30 cápsulas, dos de los cuales estaban completos, mientras que otro contenía 11 balas.
Había también varias comunicaciones referentes al expediente de la empresa Aurum Gavia, S.N., un sobre con 180.000 pesos y un reloj de alta gama.
El Ministerio Público solicitó a la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente del Distrito Nacional la imposición de prisión preventiva en contra del imputado, para el cual se conocerán medidas de coerción este jueves.
República Dominicana está conmocionada por la muerte del ministro, que esta tarde recibió un último adiós en la sede del oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM), del que fuera uno de sus fundadores, para después recibir sepultura en un cementerio de la capital.