En una noche bendecida por el Cristo Redentor, el Botafogo de Brasil, campeón de Sudamérica, sorprendió al soberano de Europa, el Paris Saint-Germain, al vencerlo 1-0 este jueves en un histórico cierre de la segunda jornada del Grupo B en el Mundial de Clubes.
El delantero brasileño Igor Jesus marcó, a los 36 minutos, un gol inolvidable para derrumbar al vencedor de la Champions al controlar con maestría un pase desde el mediocampo de Jefferson Savarino , burlar a los centrales y enviar la bola al fondo de la red de Gianluigi Donnarumma.
Tras anotar, se entregó ante la hinchada del Glorioso en el Rose Bowl de Pasadena, California. Abrió los brazos, emulando a la imagen del Cristo Redentor de Rio de Janeiro, aquel que se erige en el mismo barrio del Fogão.
Con este resultado, el Botafogo se coloca líder de la zona, con 6 puntos, seguido por el PSG y el Atlético de Madrid, ambos con 3. En el fondo de la tabla de una zona prendida en fuego, el Seattle Sounders.
Los dos clasificados a octavos de final se definirán el lunes, cuando los franceses enfrenten a los estadounidenses en Seattle y los brasileños se midan con los españoles en Pasadena. Todos tienen posibilidades de avanzar.
«Bueno, creo que ‘matamos’ al PSG con su mismo veneno: siendo un gran equipo. Jugando juntos, todos defendiendo, todos atacando, y ese es el gran secreto de este PSG», dijo el DT de Fogão, Renato Paiva.
-Dominio francés-
Impulsado por la paliza 5-0 que le propinó al Atleti en el debut, el PSG avisó desde el arranque con Khvicha Kvaratskhelia, quien llegó a disparar dos veces en los primeros diez minutos, alertando a John.
Los de Francia prefirieron insistir inicialmente por la banda del georgiano, con complicidad de Senny Mayulu y Vitinha. Warren Zaire-Emery y Désiré Doué apoyaban.
También imprimían rapidez en el cambio de frente ofensivo, cuando salían desde el fondo, desplegando el exitoso manual de Luis Enrique.
Mientras, el Fogão intentaba tejer juego y ensayaba contragolpes, pero Les Parisiens se colocaban en formación defensiva a una velocidad de crucero con los zagueros Willian Pacho y Lucas Hernández.
Aunque no proponía mucho, la Estrella Solitaria conseguía estorbar a sus rivales pasada la primera media hora de juego.
-Sorpresa carioca-
Pero el PSG tuvo problemas para desplegar su admirado juego ofensivo y sería Botafogo, el equipo donde brilló Garrincha, el que conectaría primero.
Lo hizo en los botines del hombre del «kamehameha», el reconocido poder de Gokú, el héroe del animé, quien se sacó a los centrales y mandó su onda vital para petrificar a Donnarumma.
El gol en contra pareció despertar al PSG, que se lanzó con todo en el terreno rival, cambiando los frentes de ataque con agilidad. Pero aún así se fue al descanso en desventaja.
Los parisinos volvieron del descanso con el mismo nivel de intensidad. Un centro venenoso de Vitinha fue difícil de controlar para Jonh, aunque fue despejado por la defensa.
Pero Botafogo cerraba espacios armando dos líneas defensivas, evitando la forma en que el PSG suele desequilibrar. En redes sociales se caricaturizó a los cariocas levantando una pared de ladrillos frente a su arco. Algo de eso hubo.
«Creo que el Botafogo ha sido el equipo que mejor nos ha defendido en toda la temporada (…) Creo que han estado muy bien», reconoció el DT de los franceses, Luis Enrique.
El venezolano Jefferson Savarino y Artur fueron claves para controlar el balón y darle tiempo de recuperación al equipo desde el frente de ataque. Allan, crucial en la contención.
Luis Enrique renovó la creación con el ingreso de Nuno Mendes y Fabián Ruiz. Pese al error durante el gol, Pacho mantuvo lejos los ataques de los hombres dirigidos por Renato Paiva.
El portugués refrescó su once en la segunda parte y reforzó la banda izquierda. Su línea defensiva resistió inclusive a un tiro libre en el descuento que casi permite que Kvaratskhelia pusiera la paridad. Pero la noche era de los cariocas, que hicieron historia.
«Tengo la seguridad que vinimos para ser campeones, independiente de a quién vamos a enfrentar», sentenció Igor Jesus.
AFP