El español Rafael Nadal aseguró que «estaba hecho polvo» desde antes del quinto set, pero «era el día para no dejar nada dentro» en una entrevista concedida a la Agencia EFE en el día que presentó ante los medios el trofeo Norman Brookes como campeón del Abierto de Australia.
«Yo estaba hecho polvo y no solo en el quinto, desde antes también, pero era el día para no dejar nada dentro. Como se dice, era el día para estar hasta la última gota y la cabeza respondió bien. El físico aguantó y me permitió luchar hasta el final», comentó. Sus declaraciones hicieron alusión a su épica remontada que le permitió alcanzar la gloria en Melbourne Park, tras imponerse en la final al ruso Daniil Medvedev en cinco sets que se alargaron hasta las cinco horas y 24 minutos.
«En el tercero el partido estaba casi imposible. Dos sets abajo, con el añadido de que en el segundo tuve oportunidades para cerrarlo, y más aún sabiendo que físicamente no estoy preparado. Se salvó, no recuerdo los puntos, pero cambió la dinámica del partido a partir de ahí», añadió sobre el momento en el que frenó el dominio del moscovita en los primeros sets e inicio del tercero.
«Sacando con el 5-3 a favor hubo nervios. Ha habido situaciones similares en el pasado aquí. La final de 2017, con rotura a mi favor en el quinto, lo desperdicié. Además, juegas contra un rival que te va a hacer ganarle. Se perdió ese juego y fue un mazazo durísimo, pero seguía estando a dos juegos de la victoria. No quería fallar mentalmente», repasó para EFE sobre el punto de inflexión que sufrió al dejar escapar un break favorable en la última manga.
Regreso glorioso
Un día después de la épica victoria y de recibir unánimes elogios, Nadal ya asimiló todo lo que supone este triunfo.
«A nivel personal es algo increíble, es la victoria más inesperada de mi carrera y una de las más emocionantes. Es difícil de explicar, es increíble lo que viví ayer. Ver que estoy competitivo como jugador es algo increíble», describió después de superar un periodo de inactividad de seis meses por lesión y recuperar su máximo nivel.
Y, al hablar sobre el futuro, el único jugador de la historia con 21 Grand Slams, tiene claro que dependerá de su estado físico.
«Si me dosifico más, ya no soy tenista. No se puede jugar menos de lo que lo he hecho en estos dos últimos años. El calendario depende de los resultados y del estado físico, y a partir de ahí tomaremos decisiones. Se ha conseguido algo muy especial aquí y me gustaría estar en Indian Wells, luego decidiremos si vamos a Acapulco en función de cómo evoluciona el cuerpo», concluyó el balear.
Nadal se convirtió en el primer tenista en superar la barrera de los 20 grandes compartida hasta este domingo con el suizo Roger Federer y el serbio Novak Djokovic.