En un hotel colonial de Cartagena, Colombia. Ahí permanecía en plan de vacaciones un ciudadano italo-venezolano que era buscado por las autoridades de seguridad de 193 países.
Funcionarios de Migración Colombia lo detuvieron el domingo mientras descansaba en la playa, a pesar de tener circular roja de Interpol por el delito de narcotráfico.
El Tiempo estableció que, en la medianoche del sábado, oficiales de Migración recibieron la alerta sobre la presencia de Forte y, tras cruzar bases de datos, establecieron que era buscado por la justicia española por cargos de narcotráfico.
“Se encontraba en compañía de una mujer venezolana. España tiene cinco días para ratificar la solicitud de extradición. Si no lo hace, lo que es poco probable, procederemos a expulsarlo del país”, aseguró una fuente de Migración Colombia.
Garafolo, nacido en Caracas y nacionalizado en Italia, fue ubicado en un sector turístico de la ciudad Heroica. Inicialmente, el señalado narcotraficante intentó evadir a las autoridades colombianas presentando su pasaporte italiano y posteriormente entregando su cédula venezolana.
Sin embargo, oficiales determinaron que se trataba del mismo sujeto venezolano requerido por autoridades españolas. Además, se estableció que ingresó a Colombia de forma ilegal: por una de las trochas en la frontera entre Venezuela y Colombia, a la altura de La Guajira.
El cargamento de frutas
Autoridades verifican si se trata del mismo sujeto que aparece en documentos oficiales del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela con el apellido Garófalo, a quien sindican de narcotráfico.
En esos documentos, a los que El Tiempo tuvo acceso, en 2006, el venezolano integraba una organización dedicada a enviar cocaína de alta pureza a España. Usaba su estatus de ejecutivo en una empresa de importación de frutas llamada Cia TOP Tropical Fruit Group SL para pasar desapercibido.
“En 2006 organizó la importación desde Suramérica de diversos cargamentos de frutas al puerto de Barcelona (…). El 21 de diciembre de 2006 recibió un cargamento de frutas y entre la mercancía legal se encontraban 350 kilos de cocaína, la sustancia estupefaciente fue intervenida en el vehículo en el que viajaba en compañía de Álvaro Enrique Marín Vásquez”, se lee en el documento oficial en poder de este diario.
Persecución en Caracas
Y sus antecedentes penales no son menores. En 2015, autoridades venezolanas lo identificaron mientras se movilizaba por las calles de Caracas en una camioneta marca Ford color azul.
Cuando uniformados lo requirieron emprendió la huida y minutos después de una persecución por varios sectores de la ciudad, miembros de la Policía de ese país lograron interceptar su vehículo y efectuar su captura.
Tras su detención, Garafolo se limitó a identificarse y asegurar que todo lo que diría sería a través de sus abogados.
Este diario estableció que en ese momento se decretó medida de privación preventiva de libertad. Por eso nadie se explica por qué apareció en Colombia.
Biaggio Forte Benito se encuentra a disposición de las autoridades competentes que definirán si lo envían a España. También se analiza su historial criminal para determinar si su estadía en el país obedecía a algún negocio ilegal o si se trataba de simple turismo.
Parte de la información que se verifica es si el venezolano era uno de los asistentes a la cumbre mafiosa revelada por este diario la semana pasada, y que fue liderada en Bogotá por miembros del clan del Golfo. Cabecillas de esa organización criminal se habrían reunido con ciudadanos italianos y franceses para coordinar la compra y el envío de más de una tonelada de cocaína desde puertos del Atlántico hacia Europa.
Además, se investiga si Garafolo tuvo algo que ver con el gigantesco cargamento de cocos que alteraron con cocaína líquida y fue incautado el pasado 27 de enero en puertos de Cartagena con rumbo a Italia.