En lo que va del año, la carretera Panamericana se ha convertido en un trágico escenario para los peatones. Al menos tres personas han perdido la vida al ser arrolladas mientras cruzaban imprudentemente esta vía rápida.
La situación ha llegado a un punto crítico que ha obligado a las autoridades locales a tomar medidas drásticas.
La Alcaldía de Guaicaipuro no ha dudado en imponer multas a aquellos que eligen ignorar las pasarelas instaladas, diseñadas para ofrecer un cruce seguro por encima del tráfico peligroso.
Mientras tanto, la Alcaldía de Carrizal ha lanzado una campaña de concienciación, en un esfuerzo por educar a la comunidad sobre la importancia del uso de los pasos peatonales.
Las pasarelas, que se elevan como guardianes silenciosos, están allí para proteger, pero su eficacia depende completamente de su uso.
La campaña de Carrizal busca no solo informar sino también instigar un cambio cultural, donde la seguridad vial y el respeto por la vida sean prioritarios. Con actividades en las calles y mensajes claros, esperan reducir la estadística sombría de accidentes y muertes.
La pregunta que queda es: ¿Serán suficientes estas medidas para despertar la conciencia colectiva? Solo el tiempo y la voluntad de la comunidad determinarán si la carretera Panamericana puede transformarse de un lugar de pérdida a un ejemplo de seguridad y responsabilidad cívica.
El video que acompaña esta nota fue grabado la tarde de ayer, en el mismo se ve un grupo de estudiantes de la UPTAMCA cruzando a pocos metros de la pasarela de Los Nuevos Teques.
Redacción El Tequeño