Vestido de gala con muletas, trajes de noche con bolsillos para sonda permanente e incluso con adaptación para ser utilizados en sillas de rueda, forman parte de la colección de gala para personas con discapacidad motora presentada por Neriana Colmenares, como parte de su trabajo de grado como TSU en Diseño de Moda.
Vestir como queremos también puede ayudarnos a subir la autoestima, vernos más guapos y sentirnos mejor con nosotros y con los demás. Y, sobre todo, nos ayuda a encajar: no olvidemos que, con o sin discapacidad, lo primero que mostramos es nuestra imagen.
Colmenares, decidió tomar el reto en su trabajo de grado como TSU en Diseño de Moda, trabajar con personas con discapacidad motora que junto al apoyo de la fundación Dr. José Gregorio Hernández y CONAPDIS (Consejo Nacional para las Personas con Discapacidad) creó el proyecto innovador que busca realzar el autoestima de personas cuya vestimenta normalmente no es funcional para cumplir con sus tareas cotidianas.
“La idea surgió de la búsqueda de un tema innovador que no sea más de lo mismo ya que la mayoría de los temas han sido con referencias artísticas como de la música, el arte alguna tendencia o movimiento artístico, una película o alguna obra arquitectónica u obra de arte”, explicó.
“Es un mercado que necesita ayuda en el comercio textil y humanitario. Se trata de incluir a esas personas que pasan desapercibido y hacerlas resaltar basándose en sus necesidades, ya que de eso se trata el diseño de moda es buscar las necesidades de vestir”, expresa la diseñadora, agregando que la falta de vestimenta para las personas no con discapacidad motora sino para cualquier otra dado que todos somos seres humanos y muchas veces no se considera una discapacidad sino una condición.
Uno de los desafíos encontrados en este proyecto trata sobre la psicología del color en ciertas personas ya que por experiencias de niñez o juventud asocian ciertos tonos oscuro con la muerte. “En las prendas de vestir quede en conclusión de que el pantalón es lo que más cuesta aprender a colocarse ya que algunos necesitan estar sentados o acostados en una cama para poder colocárselo y el buscar telas adecuadas ya que las personas de silla de rueda son las que más presentan problemas”, explicó.
-Como pasan todo el día sentadas es caluroso, así como también los ajustes al colocar liga dentro de las pretinas para que no tengan inconvenientes con las correas. Y lo que menos dificulta son las camisas, el cambio que se hace es en las mangas por el rose de las muletas y en los ojales porque algunos tienen las manos un poco atrofiadas y les cuesta quitar y colocar los botones. También el escoger los colores no es fácil ya que algunos los asocian con los sentimientos.
Neriana comunica el deseo de un día trabajar con personalidades invidentes por el hecho de presentar prendas basadas en la textura de la tela, “si con las personas de discapacidad visual es decir personas ciegas, ya que se trabajaría con una tecnología diferente y con texturas para que ellos puedan valerse de sí mismos”.
Así mismo Soraida Ramírez, socióloga, presidenta de la fundación Dr. José Gregorio Hernández y CONAPDIS en apoyo al proyecto comentó el valor social que presenta a dicha población.
“El hecho de generar la cultura de la discapacidad pasa por todo y se centra en el ser humano y el ser humano no solo se alimenta, el ser humano no solamente estudia, el ser humano también se viste y creo que es una manera de dignificar de realzar sea la mujer o sea el hombre, por supuesto que la mujer siempre va a ser más coqueta va querer siempre estar vestida y aunque ella esté en una silla de rueda no significa no pueda estar elegante”, dijo.
-Vemos a muchas personas con discapacidad que son súper coquetas y creo que hay que trabajar más el tema de la moda porque precisamente eso es ir rompiendo paradigmas, ir rompiendo tabúes, ir rompiendo mitos y es una mujer que además de tener sexo, tiene familia, hijos que se viste y porque no, quiere también estar a la moda. Me parece que este tipo de proyectos hay que darle más énfasis, hay que ser más consecuentes. Hoy vemos que los estereotipos se están rompiendo, ya no es la mujer 60, 90, 60 que tiene que ser blanca con los ojos claros, puede ser la mujer morena, la mujer gordita, todas somos bellas, lo que es resaltar y repotenciar esa belleza.
Marlene Araujo, quien fue modelo y parte de la presentación de la gala, nos adentramos hacia un punto de vista diferente, partiendo de los derechos humanos para las personas con discapacidad, ella representando una parte de los 4 millones de personas con discapacidad en Venezuela. “Comodidad, mira esto no es para una sola persona, el proceso de la moda es excluyente cuando debería ser para cualquier tipo de persona que pueda pararse, pueda caminar o estar en una silla de rueda, que vea o no, use multas o no porque todos somos humanos solo que algunos tenemos una condición”.
Marlene resalta los detalles de las prendas que deberían ser mostradas más a menudo en el mercado textil. “Ella pensó en una población que debería resaltar. Ella nos preguntó cómo nos gustaría vestir, el hecho de que pensará en un bolsillo que estuviera dentro del pantalón para que la sonda no se viera es algo innovador. Así como el detalle de las mangas de Alfredito para que no se ensucie la camisa y tener la molestia de remangarse por las muletas canadienses o el haber colocado liga a los pantalones en vez de una pretina para evitar la molestia de la correa que eso es algo muy común entre nosotros ya que los que tienen parálisis somos más sensibles con la tela de la ropa al igual que la correa.”
Además de ser trabajadora en la fundación Dr. José Gregorio Hernández Marlene comenta como este tipo de proyectos pueden ser más consecuentes en el mercado venezolano. “Hay pocos modelos con discapacidad en el país o puede que ninguno. Se pueden hacer cosas muy importantes en la discapacidad”.
“Y tengo que decir que no todas las personas discapacitadas son ladrones ni mal habladas hay personas a las que nos gusta vestirnos bien y somos personas que a nivel intelectual somos capaces de muchas cosas. El hecho de tener una condición no nos hace diferente queremos vestirnos bien y tenemos derecho”, dijo.
Aplicando sus conocimientos adquiridos en la carrera Neriana Colmenares continua compartiendo parte de este trabajo en distintas partes de Caracas donde pronto esperemos ver una nueva colección y evolución de más proyectos que hagan resaltar a la población de las personas con discapacidad.
