Desde el hospital Soroka de Beerseva, dañado por un ataque iraní con misiles, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó este jueves que Israel eliminará completamente la amenaza que representan las capacidades nucleares y balísticas de Irán. “Nuestro objetivo es doble: nucleares y balísticos. Los vamos a eliminar. Estamos en proceso de erradicar esta amenaza”, declaró ante los medios en su primera aparición tras la nueva escalada de violencia.
Consultado sobre la posibilidad de un ataque directo contra el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Khamenei, Netanyahu fue contundente: “He dado instrucciones claras: nadie es inmune. Prefiero no hacer titulares, sino dejar que los hechos hablen por sí solos”. Aunque evitó confirmar si Israel planea asesinar a Khamenei, sus palabras reforzaron la impresión de que la cúpula iraní está en la mira directa del gobierno israelí. “Durante una guerra, creo que uno debe elegir con cuidado las palabras y ejecutar las acciones con precisión”, agregó.
La visita del primer ministro a Beerseva ocurrió pocas horas después de que un nuevo ataque iraní dejó más de 40 heridos en esa ciudad del sur israelí. En paralelo, el ministro de Defensa, Israel Katz, adoptó un tono aún más categórico. Desde Holon, cerca de Tel Aviv, dijo a los periodistas que Khamenei ya no puede ser permitido en este mundo. Según Katz, el líder iraní “da personalmente la orden de atacar hospitales”, en alusión al misil que impactó en el centro médico Soroka.
Por su parte, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, escribió el martes que su país conoce la ubicación del líder iraní, pero que “por ahora” no tiene intención de matarlo. Al ser preguntado por la participación estadounidense en el conflicto, Netanyahu respondió que “esa es una decisión del presidente Trump. Él hará lo que sea bueno para Estados Unidos, y yo haré lo que sea bueno para Israel”. Añadió, además, que Israel está en condiciones de completar su misión sin ayuda externa: “Al final de esta operación no habrá amenaza nuclear sobre Israel, ni amenaza balística”.
Israel lanzó una serie de ataques contra Irán el viernes pasado, que según sus autoridades constituyeron una acción de último recurso para impedir que Teherán adquiera armas nucleares. Desde entonces, ha atacado cientos de objetivos, entre ellos instalaciones nucleares, infraestructura militar, así como científicos y comandantes de alto rango. Aunque Netanyahu ha evitado declarar abiertamente que busca un cambio de régimen en Teherán, sí ha sugerido que la ofensiva podría debilitar seriamente al liderazgo iraní. “Los iraníes entienden que el régimen es mucho más débil de lo que pensaban. Se dan cuenta, y eso podría derivar en ciertos resultados”, dijo en una conferencia de prensa el lunes.