Con ocho órdenes de desalojo recibidas, los integrantes del colegio no cedían a retirarse de estas áreas, tanto así que la seguridad de los niños corría completamente bajo la responsabilidad del Director Ovidio Carios
La U.E.E. ‘’Mariano Picón Salas’’ aproximadamente desde el 2007 comenzó a verse afectada estructuralmente, afectando la parte trasera donde se ubicaban los baños y parte de los salones. En el 2008 obtienen su primera orden de desalojo por parte de Protección Civil, ya que no solo era la parte trasera lo único afectado sino toda la infraestructura.
El colegio está ubicado en Santa Cruz de Figueroa calle Los Ríos, este comenzó a padecer peores fallas, habiendo grietas tan grandes que se lograba ver al otro lado, lo que los llevó a desalojar los salones de atrás y baños, estos salones fueron remplazados por un préstamo que le hizo el ambulatorio ‘’Mirella Anteliz’’ alojando la parte de arriba de este lugar, con una división de dos áreas. Esta estructura llegó al colapso, pero a pesar de esto no desalojaron el colegio del todo. Por ocho años recibían una orden de desalojo.
Inicialmente al notar que la escuela se estaba cayendo comenzaron a hacer diligencias en busca de un terreno para construir una escuela nueva, lograron conseguir un terreno ubicado en la calle El Patillal, donado por los dueños del Hotel Colonial, teniendo espacio para construir escuela básica y liceo.
Lograron a través de la administración de Diosdado Cabello el inicio de la construcción, una vez que el colegio estaba a punto de concluir se inició un problema de tipo político; personas de la comunidad partidarias del Gobierno afirmaban que ‘’ese no será el colegio Mariano Picón Salas’’, los integrantes de esta comunidad no solo querían cambiarle el nombre al colegio por ‘’Hugo Chávez Frías’’ sino que también querían sacar a los docentes del colegio y remplazarlos.
Seguido esto los integrantes del Mariano Picón Salas comenzaron la lucha por ese colegio tanto así que los catalogaron como un peligro para la escuela y decidieron enviarles la Guardia Nacional los que permanecieron aproximadamente un mes y medio en las puertas de la institución, alega Ovidio Carios.
Se trasladaron a la zona educativa para presentar su queja y no recibieron ninguna respuesta lógica o argumento legal, lo único que acotó el director de la zona educativa fue ‘’no le daremos el colegio’’.
Siguieron presentando su queja a las autoridades, ante el Consejo Legislativo del estado y concejales, estos al ver los argumentos del plantel le respondieron ‘’el colegio nuevo lo está construyendo el gobierno y por lo tanto seremos nosotros los que obtendremos ese colegio’’. Evidentemente no le otorgaron el nuevo colegio al Mariano Picón Salas, es aquí no se vio más afectado quedose así con solo 10 estudiantes en todo el colegio, con toda esta problemática el 95 % de los estudiantes fueron automáticamente retirados. Al transcurrir el tiempo la matricula fue aumentando hasta llegar aproximadamente a los setenta alumnos.
Luego de esto, comenzaron a buscar una ayuda para reparar por lo menos los baños que era lo más afectado, PDVSA GAS se ofreció para esta construcción, pero al estudiar la estructura inmediatamente le consultan al director que no tenía sentido construir solo los baños ya que tuvieron como resultado que la escuela por debajo prácticamente no tenía soporte alguno.
A raíz de esto deciden conseguir un presupuesto para construir una escuela nueva, teniendo el personal del colegio como obligación desalojarla para comenzar con la demolición y estructura. Comenzaron a demoler la escuela el 16 de Septiembre de 2016; tuvieron problemas con esto al ver que todo transcurría de manera lenta porque los presupuesto no se aprobaban al instante tanto así que pasaban tres o cuatro meses, ocurría esto ya que se había presupuestado por parte.
Ovidio Carios director del colegio afirma que ‘’la compañía contratada por PDVSA GAS desapareció, en vista de los problemas que hubo en el país de presupuesto, de repente la compañía no vino más, luego de averiguar supimos que la compañía se había ido del país y no concluyeron´´.
Al demoler el colegio contaban con ochenta y siete alumno, estos trasladaron a un lugar prestado por Noelia Pérez, lo que anteriormente era una bodega; estos miembros del colegio estaban en cuatro paredes, ‘’poseía una sola letrina, un baño, contaban con la parte de arriba que tenía paredes por la mitad, cuando llovía se mojaban los niños´´ incluye Noelia.
Trabajaban en un horario especial de 7am a 11am sin receso, se dividían setenta alumnos en un espacio de diez por diez teniendo cuatro salones en el lugar y la parte de arriba se dividía en dos salones, así permanecieron por tres años.
Para el área de recreación y deporte Douglas Carios, profesor de deporte, alega que ‘’tenía que hacerles las actividades a los alumnos en la calle, ya que una parte de la cancha estaba derrumbada y la otra estaba ocupada porque los trabajadores tenían allí sus materiales de construcción’’, a lo largo de esto optó por sacar parte del material de construcción para poder usar esa área ya que en la calle los niños corrían el riesgo de los carros.
Xiomara Fernández, secretaria del colegio da la noticia de que ‘’el colegio se quedó sin presupuesto, aún nos falta los salones de la parte de abajo, la dirección, la secretaria, el salón de usos múltiples, falta las tejas del techo, no tiene tuberías de agua, electricidad, hay salones sin puertas y sin ventanas’’.
A pesar de no haber concluido todo lo pautado se integran a la institución, ya que donde permanecían se podría decir que pasaban trabajo, al estar ochenta y siete alumnos en un lugar tan estrecho. Hoy en día la institución cuenta con noventa y ocho alumnos.
Sayling Pérez – @sayling_p