No más capuchas: demócratas en EEUU quieren prohibir que agentes del ICE oculten sus rostros

Una decena de agentes federales, la mitad de ellos enmascarados, forcejean con dos hombres en un estrecho pasillo de un tribunal en Manhattan. Acaban deteniendo a ambos individuos: un inmigrante y un funcionario electo de la ciudad de Nueva York que intentó protegerlo. En California, la Policía de Los Ángeles se apresura al centro de la ciudad tras ser alertada de un secuestro en curso. Al llegar al lugar, se encuentran con elementos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE son sus temidas cifras en inglés) arrestando a una mujer. También llevan los rostros cubiertos.

El País

La escena se repite cada día a lo largo y ancho del país como parte de la ofensiva migratoria de la Administración Trump: detenciones realizadas por agentes federales que ocultan sus caras con pasamontañas o máscaras, visten de civil y se mueven en vehículos sin identificar. Una realidad que ha llevado a legisladores demócratas, así como a funcionarios estatales y locales, a impulsar medidas para prohibir que los agentes del orden escondan su identidad en espacios públicos mientras realizan operativos de control migratorio.

En el Congreso, dos senadores demócratas presentaron el pasado martes un proyecto de ley que exigiría a los oficiales de inmigración mostrar de forma clara el nombre o las siglas de su agencia y, además, su nombre o número de placa, sin que el equipo táctico o la vestimenta que lleven lo oculten. La iniciativa de los legisladores Alex Padilla, de California, y Cory Booker, de Nueva Jersey, llamada Ley de Visibilidad, también impediría el uso de coberturas faciales no médicas, como máscaras o pasamontañas, que oculten la identidad del agente. La legislación aplicaría a todos los agentes del Departamento de Seguridad Nacional, desde el ICE hasta la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), y a oficiales federales o fuerzas estatales o locales asignadas a operaciones migratorias.

“Durante semanas, los estadounidenses han visto a agentes federales sin identificación visible detener a personas en la vía pública e infundir miedo en comunidades de todo el país”, dijo el senador Booker en un comunicado anunciando el proyecto de ley. “La falta de una identificación visible y de normas uniformes para los agentes de inmigración ha generado confusión, alimentado el temor y socavado la confianza pública en las fuerzas del orden”.

“Los agentes de inmigración deberían estar obligados a mostrar el nombre de su agencia y su nombre o número de placa, tal como lo hacen la policía y otras agencias locales de seguridad”, añadió el senador Padilla. El primer y único senador latino de California fue expulsado y brevemente esposado el mes pasado cuando irrumpió en una conferencia de prensa de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, para hacer una pregunta sobre la respuesta del Gobierno federal a las protestas masivas que estallaron en junio en Los Ángeles contra la política migratoria del presidente Donald Trump.

También esta semana, Padilla y 13 senadores demócratas enviaron una carta a Todd Lyons, director interino del ICE, solicitando información sobre la política de la agencia respecto al uso de mascarillas y uniformes. “Asaltar tribunales, detener estudiantes en la calle, registrar lugares de trabajo y recorrer restaurantes en horas punta son, en sí mismas, tácticas claramente diseñadas para generar miedo y sembrar el caos en la población. Hacerlo vestidos de civil, sin identificación de nombre o agencia, mientras usan una mascarilla que oculta el rostro del agente, representa un claro intento de aumentar ese miedo y caos, y de evadir la rendición de cuentas por las acciones de los agentes”, escribieron en la misiva.

Es improbable que la Ley de Visibilidad salga adelante, puesto que los republicanos controlan ambas cámaras del Congreso. Ya a finales de junio otros dos demócratas de Nueva York, Adriano Espaillat y Dan Goldman, presentaron en la Cámara de Representantes una iniciativa similar —la Ley contra la Policía Secreta— que no tuvo éxito. No obstante, las dos medidas son prueba del creciente malestar por la forma en que Trump está llevando a cabo su agenda de deportaciones masivas. Un malestar que no solo sienten los demócratas, sino la mayoría de los estadounidenses: un 47% de la población percibe de forma negativa la política migratoria del Gobierno, frente a un 42% que la aprueba, según una encuesta reciente de Pew.

La Administración del republicano, por su parte, sostiene que los agentes se cubren los rostros para protegerse. Según el Departamento de Seguridad Nacional, sus agentes han sido víctimas de doxing, o doxeo en español, que quiere decir que su información personal ha sido difundida en internet y redes sociales. De acuerdo a la agencia federal, “los agentes del ICE enfrentan ahora un aumento del 500% en las agresiones en su contra durante la realización de operaciones de control migratorio”.

“Hay personas tomando fotos de sus nombres y rostros, y publicándolas en línea con amenazas de muerte para ellos y sus familias. Así que, lo siento si a algunos les ofende que usen mascarillas, pero no voy a permitir que mis agentes salgan ahí afuera a arriesgar sus vidas y las de sus familias solo porque a la gente no le gusta lo que representa el control migratorio”, dijo al respecto Lyons, director interino del ICE, en una rueda de prensa el mes pasado.

Iniciativas estatales

Fuera del Capitolio también han surgido iniciativas en contra de que los agentes de inmigración oculten su identidad. Esta semana funcionarios estatales y municipales de Nueva York presentaron un proyecto de ley que vetaría el uso de máscaras por agentes del orden en espacios públicos en todo el Estado. La legislación propuesta hace excepciones para mascarillas de grado médico y aquellas diseñadas para proteger contra la exposición al humo de incendios o a agentes biológicos o químicos.

“Cuando la policía usa máscaras, la democracia pierde su rostro”, dijo la asambleísta estatal demócrata Tony Simone al presentar la medida. En la presentación también participó Brad Lander, el actual contralor de la ciudad de Nueva York y hasta hace poco candidato demócrata a la alcaldía de la Gran Manzana, quien fue detenido a principios del mes pasado en un tribunal de inmigración mientras protegía a un hombre inmigrante de los agentes federales que han estado llevando a cabo cientos de arrestos en los tribunales no solo de la ciudad, sino de todo el país.

De aprobarse la ley neoyorquina, violarla constituiría un delito menor. En California, violar una legislación similar también conllevaría cargos por delito menor. La iniciativa californiana fue presentada en la legislatura a principios de junio y prohibiría que los agentes de la ley locales, estatales y federales usen “cualquier tipo de máscara o disfraz personal” mientras estén en servicio, excepto en ciertas circunstancias, como durante una misión encubierta.

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