El proceso hiperinflacionario que vivió Venezuela entre 2017 y 2021 complicó las transacciones comerciales por la falta de dinero en efectivo. Fue entonces cuando surgieron diversos métodos de pago, incluyendo el uso de divisas extranjeras, para completar las compras y las ventas.
La dolarización no oficial que se impuso con mayor fuerza luego del megapagón de 2019 resolvió en gran medida algunos problemas del país, pero también trajo consigo otros inconvenientes.
«Tengo punto y cuando la gente paga con dólares, quiere el vuelto en dólares, pero no hay y no quieren bolívares. A veces me pagan con 20 dólares, no tengo cambio y pierdo la venta. ¿De dónde le voy a dar dólares si este no es un país dolarizado?», comentó a VOA una vendedora caraqueña.
Los bolívares en efectivo solo han quedado solo para transacciones menores como el transporte, por ello, los comerciantes de otras áreas y clientes deben negociar antes de concretar cualquier transacción para determinar las formas de pago.
«Antes de vender le pregunto a la gente si tiene los dólares en efectivo o por pago móvil. Hay que hablar con el cliente y uno le explica. Si tienen un billete de 20 y yo, los 15, se lo doy o le doy un billete de 10 y el resto en pago móvil», indicó un relojero.
Otro vendedor comentó que siempre «se las ingenia» cuando recibe dólares de alta denominación para poder vender, así implique una disminución en el margen de ganancia.