El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski denunció que tropas rusas bombardearon un hospital infantil en Mariúpol, al sureste del país.
«Los niños están bajo los escombros. ¡Atrocidad! ¿Cuánto tiempo más el mundo será cómplice ignorando el terror? ¡Cierra el cielo ahora mismo! ¡Alto a las matanzas! Tienes poder pero pareces estar perdiendo humanidad», comentó el mandatario en su cuenta en Twitter junto con un video de los destrozos.
Zelenski ha pedido en numerosas ocasiones a Occidente que cierre el espacio aéreo de Ucrania con el despliegue de aviones de la OTAN, una medida a la que se ha negado la Alianza por el riesgo de que esto pueda provocar el derribo de aviones rusos y la consiguiente escalada del conflicto.
Mariupol, donde Rusia ha bombardeado el hospital, es una ciudad de unos 400.000 habitantes con salida al mar de Azov. Se trata de un enclave estratégico sometido a un bombardeo constante desde hace días y donde apenas queda comida, según testimonios recogidos por EL PAÍS. La Cruz Roja ha calificado incluso de “apocalíptica” la situación que afrontan los civiles en Mariupol, donde desde hace días han fracasado los intentos por establecer un alto el fuego para evacuar a la población.
La ciudad es clave para Rusia, pues le permitiría establecer un corredor desde las repúblicas separatistas del Donbás hasta la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014 tras un referéndum que la comunidad internacional no reconoce. Además, la localidad es la última gran ciudad en manos ucranias con salida al mar de Azov