Centenares de poblaciones de Ucrania repartidas entre siete regiones han quedado sin electricidad, tras los ataques rusos contra instalaciones críticas, mientras que en Kiev, además de los cortes de luz hay problemas en el suministro de agua en el 80 % de la capital.
Las nueva oleadas de ataques rusos registradas este lunes afectaron a diez regiones del país y dañaron un total de 18 instalaciones, principalmente energética, informó el primer ministro, Denys Shmyhal, según el portal Ukrinform.
En siete de estas regiones se han producido los cortes de electricidad mencionados, mientras que en el resto no se ha visto afectado el suministro de energía, aunque sí han resultado dañados otros objetivos civiles.
La luz ha quedado cortada en varios barrios de Kiev, según fuentes de su alcaldía, mientras que un 80 % de sus ciudadanos están sin agua potable.
El mando militar ucraniano habían informado previamente de que se había logrado derribar 44 misiles «crucero» rusos de los 50 lanzados este lunes contra infraestructuras críticas e instalaciones eléctricas de distintas partes del país.
El jefe de la oficina de la Presidencia, Kyrilo Tymoshenko, denunció por su parte «ataques masivos» contra el sistema energético de Ucrania».
Los ataques contra instalaciones críticas se han extendido por la región de Kirovohrad, así como en Vinnytsia, mientras que en la de Leópolis las defensas antiaéreas neutralizaron varios misiles rusos, de acuerdo con ese medio.
También se han reportado ataques desde la región de Zaporiyia, donde se encuentra la mayor central nuclear del país, así como en la de Chernivtsi.
Desde hace unas semanas, las tropas rusas han vuelto a intensificar los ataques sobre Kiev, especialmente realizados con drones kamikaze y dirigidos contra infraestructuras energéticas y otros objetivos civiles.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha denunciado reiteradamente el uso de estos aparatos, de fabricación iraní, y ha pedido una reacción internacional contundente.
Desde Moscú se ha argumentado que estos ataques son la respuesta a la explosión de un camión cisterna a mediados de octubre en la anexionada península de Crimea, cuya autoría atribuye Rusia a Ucrania.
EFE