Un obrero de 37 años murió en el quirófano del hospital de los Magallanes de Catia, en Caracas, el pasado 1 de septiembre, tras una falla eléctrica que provocó su desangramiento.
La víctima, Oliver Bastidas, recibió una puñalada en el abdomen cuando intentaba mediar en una discusión entre un amigo suyo y un hombre de 70 años. El agresor fue detenido y luego liberado bajo arresto domiciliario debido a su edad.
Bastidas fue trasladado al CDI de Las Flores de Catia, donde fue estabilizado y luego remitido al hospital de los Magallanes para una cirugía. Sin embargo, al ingresar al quirófano, se registró una falla eléctrica que dejó a la víctima sin suministro de oxígeno y sangre.
La familia de Bastidas denunció que la falla eléctrica fue la causa de su muerte. “Mi hijo estaba vivo cuando lo llevaron al quirófano”, dijo la madre de la víctima. “Pero la falla eléctrica lo mató”.
El director del hospital de los Magallanes, Luis Rodríguez, reconoció que la falla eléctrica ocurrió, pero negó que fuera la causa de la muerte de Bastidas. “El paciente ya estaba en estado de shock cuando llegó al quirófano”, dijo Rodríguez. “La falla eléctrica no tuvo nada que ver”.
La muerte de Bastidas ha generado indignación en la comunidad de Catia. Los vecinos exigen una investigación para determinar las causas de su muerte y que se tomen medidas para evitar que se repitan casos similares.
Con información de 2001