El dirigente nacional de Vente Venezuela, Omar González Moreno, se refirió a la visita inesperada del dictador cubano, Díaz Canel, al territorio venezolano calificándola como un “pase de revista y a terminar de succionar los menguados recursos económicos que le quedan a Venezuela”.
Precisó que “Díaz Canel llega a Venezuela para dejar instrucciones a Maduro de cómo suprimir el disenso; viene a tramar como seguir desmantelando a nuestro país y como seguir incursionando en la política del continente con recursos ajenos”.
Fue enfático en aseverar que el arribo del cubano no traerá nada bueno para los venezolanos ni para los latinoamericanos que defienden la libertad en el continente.
“El jefe se reúne con su subalterno, viene a ver como intervienen en lo que acontece en América Latina, viene a articular con Maduro como el Foro de São Paulo continúa haciéndole daño a nuestra tierra”, afirmó.
Intimidación
El dirigente liberal rechazó que miembros de la Dirección General de Contrainteligencia Militar allanaran las viviendas de la presidenta y la segunda vicepresidenta de la Asamblea Nacional electa en el 2015.
“El miedo es libre y la maldad yace en el corazón de los seres viles; esta política de persecución es la forma que tiene Maduro para tratar de meter miedo a la oposición. Lo que pasa es que estas técnicas ya no surten efecto”.
Omar González envió un mensaje de solidaridad a las víctimas de este acoso estimulado, planificado y auspiciado desde Miraflores.
“Esto es típico, sin embargo debemos denunciarlo para que siga engordando el expediente contra Maduro de violaciones de los Derechos Humanos que reposa en la Corte Penal Internacional”, sentenció.
Apoyo
Y sobre el tema de la persecución, el integrante del partido de la libertad hizo énfasis en sus palabras de respaldo a sus colegas periodistas del diario El Nacional que sufren por parte de la acción intimidatoria y de persecución generada por los rojos.
“Maduro quiere eliminar la prensa libre, por eso los trata de arrinconar, los amenaza. Por eso estrangula con regulaciones, leyes y con una política de presión económica, social, personal y hasta emocional sin igual en la historia del periodismo venezolano”, expuso González Moreno.
