La Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo un llamado este lunes a invertir más para combatir las enfermedades tropicales desatendidas, que afectan a más de 1.600 millones de personas, en su mayoría en los países menos desarrollados.
Las enfermedades tropicales desatendidas (NTD por sus siglas en inglés) – como el dengue, el chikungunya y la lepra – son frecuentes en zonas donde hay una escasez en el tratamiento de las aguas y en el acceso a la salud.
“Estas enfermedades son ‘desatendidas’ porque están casi totalmente ausentes de los planes de acciones globales de salud”, destacó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en el Día Mundial de las NTD.
En 2021, cerca de 1.650 millones de personas necesitaron un tratamiento para algunos una de estas NTD, es decir 80 millones menos que en 2020.
La cantidad de personas que necesitan tratamiento ha registrado una caída en la última década.
Pese a las dificultades, 47 países eliminaron al menos una de ellas para finales de 2022.
Este tipo de enfermedades incluyen a unas 20 afecciones que se registran principalmente en las zonas tropicales o que afectan a las comunidades más pobres.
Estas patologías como la enfermedad de chagas, el dengue y la lepra se deben a diferentes agentes patógenos, como virus, bacterias, pero también parásitos, hongos y toxinas.
Estos cuadros epidemiológicos son complejos y muchas veces están vinculados a las condiciones medioambientales.