El escándalo que desató la intervención de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), por parte del gobierno de Donald Trump, para salpicar todos los estratos de la sociedad mundial. En Venezuela, por ejemplo, el cese de financiamiento de esta agencia independiente dejaría en el limbo al menos a un 60 % de las organizaciones humanitarias que hacen vida en el país.
Desde su polémica intervención a inicios de febrero, cuando al Departamento de Eficiencia Gubernamental, dirigido por Elon Musk, se le prohibió el acceso a un área restringida; y luego dicha dirección pasara a cargo del Departamento de Estado, con Marco Rubio, nadie sabe qué ocurrirá los entes que recibían fondos.
Un trabajador de una de estas tantas instituciones, que llevan años asentadas en la nación, y quien prefirió el anonimato ante la lluvia de acusaciones por el uso de estos fondos por actores políticos de oposición, aseguró que “la cosa está complicada, todas las organizaciones en Venezuela recibían estos fondos, no en su totalidad pero sí en un gran porcentaje”.
Lo que está pasando es que Trump no quiere tener ningún proyecto que hable sobre dualidad de género, de abortos, ni nada de Lgtbi. Y en la institución que estoy en Venezuela, el proyecto que implementa tiene esa ideología: Atención al Sobreviviente de Violencia de Género, empoderamiento femenino, etcétera”, dijo.
El joven empleado de esta organización gubernamental, quien lleva más de cinco años trabajando en el área, aseguró que en el país “conseguir una organización que recibiera fondos directos de la Usaid, y que estuviera identificada con un logo es difícil, porque eso suele trabajarse con las llamadas organizaciones Paraguas”.
Aclaró que “esas organizaciones paraguas tienen personalidad jurídica, no tienen elementos para ser investigada y pueden recibir fondos de entes internacionales, y después lo distribuyen. Ahora, existe la duda sobre si estas organizaciones en Venezuela sí hayan recibido los fondos para luego usarlos en temas políticos”.
Aunque la fuente insistió en que la información sobre el uso del dinero de la Usaid para temas políticos nadie puede confirmarla, aseguró que “sí hay reuniones de Clúster, que son espacios de coordinación en el que actores humanitarios que tienen responsabilidad de conversar situaciones de emergencia, como la que está ocurriendo, donde se está reconociendo algunas cosas, hay elementos que pudieran determinar que sí hubo asignación de fondos para la oposición”.
Destacó que sobre dichas reuniones “no hay nada documentado, absolutamente nada que dé cuenta que esto haya ocurrido. Ni siquiera hay una voz oficial o un papel que ofrezca alguna información sobre el tema”.
Por los momentos las instituciones humanitarias que hacían vida en Venezuela, que normalmente ofrecían asistencia en salud, alimentación, saneamiento e higiene, medios de vida, emprendimientos, más del 60% por ciento está en riesgo de cerrar operaciones”, dijo el informante.
Detalló que desde el anuncio hecho por el Gobierno de Trump, y la escalada de acusaciones y señalamientos de despilfarros y mal uso de los fondos, “todas las ONG están en proceso de revisión, y lo más seguro es que ocurra un cierre de las operaciones, o al menos disminución de la intervención, porque no habrían fondos como sostener ni la acción humanitaria ni el salario de los colaboradores”.
Entre las profesiones que pasarían a quedar desempleados, destacan profesionales en psicología, trabajo social, abogados, ingenieros, nutricionistas, periodistas y otras profesiones, todos con experiencia en el sector humanitario.