El segundo vicepresidente del Parlamento venezolano, Stalin González, sostuvo este jueves que el reinicio de las negociaciones con el Gobierno de Nicolás Maduro, auspiciadas por Noruega y llevadas a cabo en Barbados, depende del oficialismo, luego de que el proceso se suspendiera por decisión del mandatario.
«Nosotros hicimos una propuesta. Está la pelota en la cancha del régimen», dijo en declaraciones a la prensa González, quien es uno de los delegados de la oposición en los contactos con el Gobierno de Maduro.
Tras culminar la instalación de la comisión que trabajará mientras el Legislativo se encuentra en receso parlamentario, González indicó que siguen esperando por el Gobierno y que de concretarse una nueva reunión, será Noruega el que lo informará.
El parlamentario no profundizó en detalles sobre los temas que se han estudiado en el proceso, pero reiteró que el interés de la oposición está en la convocatoria de nuevas elecciones presidenciales pues las realizadas en 2018, cuando Maduro fue reelegido, están señaladas de fraudulentas.
Añadió que el miércoles la delegación opositora sostuvo una reunión con la misión de Noruega que llegó a Venezuela para buscar reactivar el diálogo, y que según tiene entendido, ya abandonó el país.
Más temprano, el canciller Jorge Arreaza, había señalado que el Gobierno sostendría contactos con la misión de Noruega que visitó Venezuela y señaló que el proceso «seguramente» será retomado «con un mecanismo repensado».
Arreaza señaló que en este momento el Gobierno se encuentra en una «reflexión necesaria» sobre el proceso de diálogo que se desarrolló hasta hace una semana y cuyo resultado fue, en su opinión, el bloqueo.
Maduro suspendió el proceso de diálogo con la oposición debido al apoyo que el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países, mostró al bloqueo total de bienes estatales venezolanos en Estados Unidos que fue ordenando por el presidente Donald Trump.
Venezuela atraviesa un pico de tensión política desde el pasado enero, cuando Maduro juró un nuevo mandato de seis años que no reconoce la oposición y parte de la comunidad internacional, debido a que el gobernante obtuvo la reelección en unos comicios en los que se prohibió participar a los principales líderes opositores.
En respuesta, Guaidó se proclamó como presidente interino del país y consiguió el apoyo de más de 50 naciones, con Estados Unidos a la cabeza. EFE