El Grupo de Reflexión de Excarcelados Políticos (Grex) de Nicaragua denunció el hallazgo del cuerpo sin vida y calcinado del líder opositor Carlos Alberto García Suárez, en el basurero municipal de Jinotepe, departamento de Carazo (sur).
García Suárez, quien había sido preso político desde el 2018 por participar en las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega, presentaba quemaduras en el 90% de su cuerpo.
El Grex exigió una investigación “seria e imparcial” del caso, considerando que la Policía de Nicaragua no tiene la credibilidad necesaria para hacerlo. La organización solicitó que se responsabilice a los “autores directos e indirectos” del crimen.
“Su muerte debe sumarse a la de otros excarcelados políticos asesinados, como Ernesto Jarquín Orozco y Marlon Antonio Castro López, en Mulukuku (Caribe) en 2021. Casos que también están en la impunidad”, indicó el Grex.
El excarcelado político exiliado Ricardo Baltodano señaló que el asesinato de García Suárez busca amedrentar a otros opositores. “Es un mensaje para que anden con cuidado”.
Baltodano denunció que los excarcelados políticos son perseguidos y estigmatizados por las autoridades nicaragüenses, y que su muerte busca “inmovilizar a toda la sociedad nicaragüense“.