Otro ecocidio del chavismo: cuenca alta de río Tocuyo está siendo afectada por la tala indiscriminada

Redaccion El Tequeno

Mientras en Europa reina una sequía histórica por la falta de lluvias generadas por el cambio climático, en Venezuela siguen registrándose otros ecocidios más allá del Arco Minero y los constantes derrames petroleros. En el estado Lara, los expertos han manifestado su preocupación por la tala indiscriminada y la siembra sin control de hortalizas y leguminosas en la Zona Protectora del Embalse Dos Cerritos.

Prensa de Lara |  Ana Uzcátegui 

Desde hace cinco años, en la cuenca alta del río Tocuyo, Morán, un grupo de ocupantes ilegales bajo la mirada indolente de las instituciones del estado ha quemado y están sembrando en esa área, con la que se surten de agua más de dos millones de personas distribuidos entre los municipios Morán, Jiménez y el 85% de Iribarren.

Esta ocupación ilegal se ha convertido en un secreto a voces entre los más de 40 mil pobladores de las montañas de Morán. En lugares como Curumato, Guarico, Villa Nueva, Anzoátegui, Humocaro Bajo y Humocaro Alto reina el miedo y la impotencia, porque son pocos los que se atreven a denunciar a unos supuestos campesinos que se escudan en una ideología política, para arrasar con un reservorio natural, secando nacientes de agua, desviando los cauces de los ríos y provocando la sedimentación en Dos Cerritos, disminuyendo, según expertos la vida útil de esta represa.

«La cuenca alta del río Tocuyo ha venido sufriendo alteraciones producto de la deforestación y eso es preocupante porque su extensión es de 1.8 millones de hectáreas (440 kilómetros). Es decir, el daño que le están provocando afecta a tres estados del país: Trujillo, Lara y Falcón que sufren las penurias de la escasez de agua actualmente. Este río desemboca en el Mar Caribe», explicó Antonio Chávez, licenciado en Ciencias Forestales y exdiputado del Consejo Legislativo del estado Lara, entre los años 2004-2012.

El río Tocuyo nace en el Páramo de Cendé, municipio Carache de Trujillo, impacta siete de nueve municipios de Lara (a excepción de Palavecino y Simón Planas) y atraviesa siete municipios de Falcón, entre los que se encuentran Unión, Federación, Cacique Manaure, Monseñor Iturriza, Acosta. Se divide además en 16 subcuencas a través de una serie de ríos y quebradas.

Desde 1990 existen dos decretos para su protección, el primero es el número 1.226, de fecha 2 de noviembre, que delimita una poligonal de 71.940 hectáreas consideradas zona protectora de la cuenca alta del río Tocuyo, que es un tipo de Área Bajo Régimen de Administración Especial (Abrae). El segundo decreto es de esa misma fecha y es el número 1.227, en el que se dicta el Plan de Ordenamiento del Territorio y el Reglamento de uso de la Zona Protectora de la Cuenca Alta del Río Tocuyo Sector Dos Cerritos. Según ambientalistas, ambas normativas se violan flagrantemente en Morán, sin actuación del Ministerio de Ecosocialismo, Ministerio de Agua ni la Fiscalía Ambiental.

«Una de las cosas que están restringidas en la poligonal protegida del río Tocuyo, es que no pueden existir cultivos limpios, de tomates, pimentón, ajo porro, maíz en pendientes mayores de 35%. Un cultivo limpio es cuando se requiere quitar toda la vegetación de un lugar para poder sembrar. En la dinámica de la vegetación primero existen los bosques que se encargan de detener la copiosa agua de lluvia. Cuando quitan la vegetación los suelos están desnudos. Es como si cayeran bombas que explotan en el suelo y lo erosionan. Ese barro va para abajo, tapa las quebradas, arrasa con infraestructuras y sedimenta embalses», manifestó Jorge Unda, experto en manejo y conservación de cuencas hidrográficas.

Unda, quien también es profesor de Maestría Ambiental en la Universidad Yacambú, no concibe cómo en Lara las personas deterioran los cauces de los ríos, acabando con el agua dulce vital para la vida.

«La educación ambiental es muy importante, pero se ha dejado de hacer porque hay un abandono serio de las políticas de gestión ambiental. Lamentablemente, ya no hay separación de las instituciones del estado y el Gobierno. Dediqué mí vida a trabajar en lo que hasta 2015 se llamó Ministerio del Ambiente, y recuerdo que llegamos a tener 25 comités conservacionistas en la cuenca alta de río Tocuyo, con formación ambiental. Antes la Guardia Nacional actuaba, incluso en operaciones de madrugada para impedir invasiones en esa poligonal de protección. Eso ya no se realiza. Hay un entramado político que limita a las instituciones y que ha centralizado todas sus actuaciones», reveló el experto.

Precisó que las ocupaciones ilegales en esta zona no son nuevas, señala que una planta de tratamiento de aguas servidas en Guarico está invadida. «Allí pudiéramos sanear más el agua para que llegue de mejor calidad a Dos Cerritos», comentó.

Falla política

«Lo que está ocurriendo en Morán pasa en todo el país. Pareciera que hay momentos determinados en donde se alienta por razones políticas estos procesos ilegales de ocupación, las invasiones. Eso la verdad no hay parámetros particulares para pararlo», es la opinión de Rubén Hurtado, ingeniero agrónomo y exdirector del Ministerio del Ambiente en Lara.

Argumenta que aunque existe desde hace 32 años un Plan de Ordenamiento del Territorio y el Reglamento de Uso de la Zona Protectora de la Cuenca Alta del Río Tocuyo, este ha sido letra muerta para las autoridades tanto nacionales, regionales y municipales.

«Se supone que este instructivo iba a generar cambios en la forma de ocupación de esos terrenos para mejorar las prácticas de cultivo, cambiando los tipos de cultivo, protegiendo las zonas de más altas pendientes que no se les quitara la vegetación de cobertura, implementando algunas prácticas de laboreo de la tierra. Todo eso son una suma de acciones que procuran prevenir la tendencia de deterioro de esa cuenca. Algo que no es aplicado desde 1999», expresó.

Sostiene que el plan tenía que estar acompañado de especialistas en materia ambiental y la asignación constante de recursos, de equipos operativos para que pudieran ser vigiladas las zonas altas de Morán. Adicionalmente, señala que el decreto número 1.227 de fecha 2 de noviembre de 1990, debió ser revisado y modificado apenas cumplió los primeros 10 años de vigencia, por lo que actualmente se encuentra desactualizado.

Hurtado expresó que actualmente Hidrolara no ha informado a la colectividad sobre un estudio de muestreo sobre la calidad del agua que consumen los pobladores de Morán, Jiménez e Iribarren. Precisa que se desconoce cuál es el nivel de sedimentos que tiene el Embalse Dos Cerritos, y el tiempo que le queda de vida útil.

Dos Cerritos fue puesto en funcionamiento en 1974, lo que representa que tiene 48 años y fue proyectado para funcionar 100 años. «Anteriormente, el nivel de sedimentos se evaluaban regularmente por un estudio de batimetría. Tenemos 14 años sin saber la publicación de ese estudio. En el Ministerio de Agua en Lara (MinAgua), se comenta que hace unas semanas se realizó un estudio de este tipo, pero no ha sido publicado. Hay opacidad para los especialistas y para los ciudadanos que tienen derecho, tal como lo establece la Constitución a estar informados porque todos somos dolientes en el tema del agua», refirió.

Según indicó el ingeniero, Julio Gutiérrez, vicepresidente del Colegio de Ingenieros del estado Lara, el último estudio de batimetría del Embalse Dos Cerritos al que tuvo acceso este gremio profesional fue en 2009. «En ese momento el embalse tenía 35 años de vida y una sedimentación de 38%, es decir, tenía un envejecimiento de tres años», resaltó.

Desmintió declaraciones que en febrero de 2022 realizó el ingeniero, Sergio Borgel, antiguo directivo del Colegio de Ingenieros de Lara, en el que expresó por medios de comunicación regional que a Dos Cerritos le quedaban tan sólo cinco años de vida útil por la cantidad de sedimentación.

«Eso es falso. Es muy difícil determinar que a un embalse le quedan cinco años de vida útil, como lo aseveró Borgel. Porque quien determina la vida útil del embalse es el estudio batimétrico que lo realiza MinAgua. Se hace con una sonda que revela el porcentaje de colmatación. Si en este momento se realiza este estudio y sobrepasa el 50% de sedimentación, ahí sí tendremos que alarmarnos porque ya no va a tener 100 años de vida útil. Pero yo estimo que todavía le quedan al menos 45 años de vida a Dos Cerritos», resaltó.

Proponen solución

La organización civil Amigos de la UCLA, de la que forman parte un grupo de expertos en materia ambiental en Lara, consideran que una solución para frenar el ecocidio que se registra en Morán y en las cuencas hidrográficas del país, es que se vuelva a activar el Convenio del Ministerio del Ambiente de Recursos Naturales Renovables y el Banco Interamericano de Desarrollo, conocido como «MAR-BID», que funcionó en Venezuela desde 1992-1999.

«En esa época, el Gobierno y el Banco de Desarrollo Interamericano financiaron 52 millones de dólares y con esos recursos conseguimos proteger las cuencas de Boconó, Yaracuy y Tocuyo. En ese momento se logró bajar los incendios forestales en un 70%, porque había guardias ambientales. Además, se educaba permanentemente en las escuelas sobre cómo conservar las cuencas y se orientaba a los agricultores a que no debían usarse agroquímicos, o se debía reducir la dosificación», dijo.

En la zona protectora del río Tocuyo sector Dos Cerritos se debe evitar el uso de pesticidas, se deben aplicar prácticas de control biológico, se debe utilizar riego por goteo en los conucos y no riego por aspersión donde se malgasta mucha agua, además se debe sembrar en curvas de nivel, es decir, diseñando hileras del cultivo de forma transversal para que el agua fluya por las pendientes, evitando lo más posible la generación de sedimentos.

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