Venezuela ha tenido un repunte importante en los casos de abuso contra niños, niñas y adolescentes. La pandemia y la migración ha dejado vulnerables a miles de infantes, mientras el Estado sigue sin atender este flagelo con planes estructurados.
«El país tiene brechas significativas en la legislación para proteger a niños, niñas y adolescentes (NNA) de la explotación y el abuso sexual. Por ejemplo, en la legislación venezolana no se castiga específicamente la producción, reproducción o posesión de material de abuso sexual de niños, niñas y adolescentes, aunque se prohíbe la divulgación, distribución o venta. Tampoco prohíbe explícitamente la exposición intencionada de niños, niñas y adolescentes (NA) a actos sexuales».
Así lo expresa el Informe Fuera de las Sombras, elaborado por la firma internacional Economist Impact y que fue compartido a la opinión pública por la ONG venezolana Cecodap, dedicada a la defensa de los derechos de los niños, niñas y adolescentes a principios de mes.
Como dato más resaltante se observó que Venezuela obtuvo la segunda puntuación más baja en el tema de prevención del abuso sexual contra infantes y adolescentes; se trata del puesto 47 a nivel global (otros 59 países fueron objeto de estudio) y la calificación exacta fue de 43,8 sobre 100.
Seguido a Venezuela estuvo Argentina en el puesto 50; Perú 47 puntos y El Salvador con 21 puntos.
De enero a noviembre del año 2022, resalta la ONG, el Ministerio Público informó que ocurrieron 1.024 casos de abuso sexual infantil en el país. Carlos Trapani, coordinador general de Cecodap, explicó en aquel momento que no existe un patrón que identifique a los depredadores sexuales de niños. «Puede ser cualquiera», mientras que el MP alertó de las agresiones cometidas por el propio entorno de los chicos, como son algunos familiares.
