La doctora Hilda Rubí González, alertó que la «satanizacion» del Covid-19 ha generado muchísimo miedo, «vemos en las últimas horas como un paciente que resulte positivo está entre ir a un centro o quedarse en casa por temor a ser secuestrado, llevado a algún hotel de estos que están hacinados».
Dijo que el miedo incluso es entre el personal de salud ante las alarmantes cifras de médicos fallecidos, mientras en España o Italia representó el 0,3 por ciento acá supera el 20 %.
«Lamentablemente a nivel nacional se habla de más de 150 fallecidos, de los cuales 30 son médicos, esto representa entre el 21 y 25 % de los muertos», dijo González a #ElTequeño.
«Hoy la realidad de nuestros médicos, enfermeras y trabajadores de la salud es que no cuentan con los insumos de protección adecuados, hoy los residentes le dan un traje de seguridad para que lo usen 15 días cuando deben ser descartados inmediatamente después de su primer uso», dijo.
Recordó que desde el día uno de la emergencia vienen denunciado que los recursos no son suficientes. «El personal de salud está exigiendo lo que es justo y lo justo es protección, el sueldo de una enfermera es de entre 2 y 3 dólares y el de un médico entre 3 y 4 $ al mes, cuando el costo de una mascarilla va entre 0, 5 $ y 5 $ dependiendo de la calidad».
-Hoy el médico sino lleva su propio método de barrera no se lo dan en las instituciones, vemos la situación en la maternidad de Carrizal, ambulatorio de Paracotos, HVS; Miranda es el tercer estado con más casos a nivel nacional y esto es alarmante.
Aseguró que la mentira de las 27 mil camas que anunció el régimen se hace patente «cuando vemos que los pacientes son peloteados de una institución a otra, que solamente hay 300 ventiladores respiratorios a nivel nacional y no es insuficiente».
Lo triste – agregó – es que vemos un régimen comprando máquinas electorales para un nuevo fraude en vez de comprar insumos.
En cuanto al silencio ante el pedido de aplausos para los médicos, González dijo que es en rechazo a Maduro, «es una solidaridad absoluta, una protesta silenciosa de acompañamiento a los médicos y enfermeras que piden insumos».
-No pedimos aplausos, sino protección, salarios adecuados y ayuda, no que me aplaudan por mi trabajo
Redacción El Tequeño
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