Un grupo de padres y representantes del Jardín de Infancia Pinto Salinas de la parroquia San Simón de Maturín, cerraron la avenida Libertador en protesta por el pésimo estado físico de la institución.
Afirman que de cinco salones, solo dos están en funcionamiento, lo que obliga a que los grupos vean clases dos veces por semana.
Con pancartas, los ciudadanos denunciaron que este plantel presenta desborde de aguas negras, techos deteriorados, mesas y sillas en pésimas condiciones. A pesar de haber enviado cartas en varias oportunidades a la Zona Educativa, no han recibido respuesta.
“Este preescolar lleva más de cuatro años deteriorado, hemos ido muchas veces a la Zona Educativa y lo único que hacen es prometer. Los baños no sirven, los techos están llenos de comején, las cloacas se desbordan, nada sirve, ni espacio para jugar tienen. Queremos que el gobernador o la alcaldesa vengan y vean el mal estado en que está la institución”, manifestó Delismar Sifontes, una de las representantes afectadas.
Criticaron que los gobernantes chavistas organicen fiestas para los Carnavales de Maturín, mientras que el plantel se cae a pedazos. Expresaron su desacuerdo en que se inviertan grandes recursos para comparsas y elección de la reina de Carnaval, cuyo premio incluye un carro cero kilómetros.
“Como no han atendido a ninguna de las cartas que hemos enviado, decidimos trancar la vía. De la Zona Educativa ni siquiera han enviado a alguien a tomar fotos y constatar el pésimo estado de este preescolar. Esto tiene muchos años que no se le hace mantenimiento, aquí estudian 138 niños de maternal, y también alumnos desde el primer hasta el tercer nivel. La cocina no está apta para preparar los alimentos a los niños”, indicó Mariulys Pereira.
Advirtieron que mantendrán acciones de calle de no tener respuesta satisfactoria por parte de los entes encargados en materia de educación.