Por primera vez en más de 170 años, los palmeros de San Pedro de los Altos no subieron este sábado al Macarao. La tradición de buscar las palmas en la cumbre del Parque Nacional mirandino, para ser bendecidas este domingo, hizo una pausa por la pandemia.
«Es triste, pero debemos mantenernos en casa», reseña Héctor Martínez, vecino e integrante de la parroquia de San Pedro de los Altos, que además ha tenido que suspender y reformular todas las actividades de la Semana Santa.
Como cada año, el sábado previo al Domingo de Ramos, medio centenar de habitantes de la referida población altomirandina, tras recibir permiso de Imparques, suben la montaña en busca de los cogollos.
Además de ser una de las tres agrupaciones de palmeros que existe en Venezuela, la de San Pedro es la más antiguas del país al remontarse su fundación a 175 años.
Sus palmas, tras ser recibidas en el pueblo por el párroco y los vecinos, son bendecidas y distribuidas de forma gratuitas tanto a los vecinos como a fundaciones y organizaciones de la zona.
Pero así como es la primera vez que no se realiza la tradición poda de palmas, también será la primera en la que la imagen del Nazareno recorra todo el pueblo a bordo de una unidad de carga.
Martínez agregó que la imagen será adornada y cumpliendo igualmente con todo el protocolo sanitario recorrerá el pueblo, así los vecinos podrán orar y verla desde sus ventanas a las que invitó a decorar con banderas y signos religiosos.
Daniel Murolo
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