La Asamblea Nacional de Venezuela (AN, Parlamento), de contundente mayoría opositora, se declaró «en emergencia» luego de que Nicolás Maduro jurara hoy como presidente para un nuevo término de 6 años que le permitirá mantenerse en el cargo al menos hasta 2025, y reiteró que no reconoce su legitimidad.
«Desde la AN nos declaramos en emergencia ante un hecho inédito», dijo en una rueda de prensa el jefe del Legislativo, el opositor Juan Guaidó, en referencia a lo que consideró la «usurpación» de la presidencia en su país.
En ese sentido, señaló que los opositores realizarán el viernes un «cabildo abierto» a las afueras de la sede en Caracas del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), «para que todo el pueblo de Venezuela conozca la ruta para el cese de la usurpación».
Además, Guaidó hizo un llamado a las fuerzas militares de Venezuela, que esta misma jornada juraron lealtad a Maduro y lo reconocieron como comandante en jefe por los próximos 6 años, para que acompañen una eventual transición política.
«Le digo a la Fuerza Armada: la cadena de mando está rota (…), el comandante en jefe de la Fuerza Armada deriva del voto popular, uno que hoy Nicolás Maduro (…) no tiene ni le corresponde», dijo.
«Hoy no hay jefe de Estado, hoy no hay comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, hoy no hay titularidad del Estado», insistió.
Asimismo, indicó que desde este jueves Venezuela tiene un Gobierno de facto «que no fue electo por el voto, sino que secuestró el Estado para beneficio propio».
Maduro ganó con holgura los comicios presidenciales del pasado mayo, a los que no se presentó el grueso de la oposición por considerarlos fraudulentos y estar encarcelados o inhabilitados sus principales dirigentes, como Leopoldo López o el dos veces candidato a la Presidencia Henrique Capriles.
La oposición, así como parte de la comunidad internacional, desconocieron en su momento los resultados que otorgaron el triunfo a Maduro, y hoy cuestionaron con fuerza la legitimidad de su nuevo mandato.
Mientras Maduro tomaba juramento, la Organización de Estados Americanos (OEA) acordó no reconocer la legitimidad de ese acto al tiempo que pidió convocar nuevos comicios e instó a sus miembros a adoptar medidas que permitan contribuir al restablecimiento del orden democrático en ese país.
Igualmente, la Unión Europea (UE) lamentó que Maduro hiciera «caso omiso» al llamamiento para la celebración de unas elecciones democráticas y opinó que ello aleja una solución constitucional negociada.
«No eres legítimo, así te disfraces como te disfraces», dijo al respecto Guaidó al asegurar que Maduro robó los símbolos de la Presidencia, como la banda y el collar que son propios de las investiduras en Venezuela.
«Fue casi como colocarle una corona de papel en un Carnaval que en Venezuela no existe por la tragedia que vivimos (…), casi hasta digno de risa sería si no fuera porque quienes tienen los fusiles que sostienen esa corona de papel también mueren cuando penetran irregulares en nuestras fronteras», añadió.
Guaidó también dijo que el desconocimiento internacional que sufrió hoy Maduro «es una victoria al pueblo de Venezuela», que los opositores suelen asegurar no respalda al llamado «presidente obrero».
Con todo, mientras estos eventos se desarrollaban, la ciudadanía se sumergía en su rutina diaria, que implica luchar para conseguir alimentos, medicinas y hasta transporte público, también escaso por la falta de vehículos en Venezuela, un país golpeado por la peor crisis de su historia.
Efe pudo constatar que en Caracas, donde Maduro juró su nuevo término ante los jueces del Supremo, no hubo festividades si no más bien quejas por el despliegue de seguridad que ralentizó aún más la vida de los venezolanos.
«La ciudad todavía anda a media máquina y viene Maduro a paralizarla más», dijo a Efe Jhonfred Rojas, un motorista que esperaba por algún pasajero en una zona tradicionalmente comercial pero que ha visto mermada su actividad en medio de la crisis.
Según la estatal Agencia Venezolana de Noticias, jóvenes y adultos, trabajadores y estudiantes salieron a las calles «para manifestar su respaldo al jefe de Estado y a la Revolución Bolivariana», pero lo cierto es que estas personas solo se observaron a las afueras de los entes públicos esperando ser trasladados a las afueras del Supremo. EFE