La violencia , el odio, la intolerancia y las divisiones entre la sociedad se transformaron finalmente en un hecho inquietante para toda la sociedad francesa, tras el brutal ataque al sobrino nieto del presidente Emmanuel Macron y su esposa Brigitte en Amiens, la ciudad de donde provienen, en medio de un cacerolazo contra el jefe de estado.
Después que el presidente Macron finalizara su entrevista en la TF1, el lunes por la noche, Jean-Baptiste Trogneux (30), el jefe de la fábrica de chocolate Trogneux de Amiens fue atacado por varias personas, que participaban en el cacerolazo, cuando regresaba a su casa.
Brutal paliza
Mientras “comenzaban a cacerolear en las puertas y en las ventanas” de la chocolatería, arriba de la cual está la casa de Jean-Baptiste Trogneux, los manifestantes “reconocieron a mi hijo” y “comenzaron a llover los golpes”, describió el padre de la víctima, sobrino de Brigitte Macron, la primera dama.
Según Jean-Alexandre Trogneux, su hijo “recibió puñetazos, patadas. Se acurrucó para protegerse. Pero tiene heridas en la cabeza, la cara, las rodillas y los dedos quebrados y una hematoma en la sien” . Tres vecinos lograron rescatarlo de la turba. De lo contrario lo hubieran matado, según su padre, que presentó una denuncia ante el tribunal.