El ciberbullying se disparó desde que comenzó la cuarentena por la pandemia del coronavirus, por lo que expertos advierten sobre el impacto que tiene sobre niños y adolescentes.
“La forma más habitual de agresión online es el envío de mensajes desagradables», aseguró Joerlis Loaiza, doctora pediatra, tras agregar que la situación ha vuelto a poner a las nuevas tecnologías en el punto de mira, sobre todo durante esta cuarentena en la que los niños y adolescentes están pasando más tiempo frente a las pantallas de su PC, telefónos inteligentes y tablets.
Loaiza agregó que los padres son “fundamentales a la hora de parar el acoso” y que deben “estar atentos a algunas señales de alerta” como “continuos dolores de cabeza o de estómago; tristeza, retraimiento y silencios prolongados; alteraciones del sueño e irritabilidad; y casos en los que los jóvenes están muy pendientes de lo que ocurre en el espacio digital”.
Dijo que el acoso se da a través de textos, fotos o videos que se hacen con los celulares y son utilizados para generar intimidación a la víctima, igualmente llamadas telefónicas que son utilizadas para instigar.
«No escapa el uso de correo electrónico, salas de chat y páginas web, ahora se suman las redes sociales como el Instagram, Twitter y Facebook», detalló Loaiza.
La doctora no recomienda quitar de forma brusca los equipos eléctronicos a los niños, «debe ser un proceso paulativo y por eso es importante que los padres se involucren en todas las actividades, no dejar solo a estos adolescentes».
«Quitarle los equipos no va a generar una solución permanente sino parcial ya que las víctimas de Cyberbully están deprimidas, con baja estima, tienen ideas suicidas, hay que hacerle entender que utilizar las redes sociales o los equipos electrónicos van a aumentar esas ideas suicidas y la baja autoestima».
Para poder detectar a tiempo este tipo de conductas es fundamental que los padres generen confianza o complicidad con la vida digital de sus hijos. Es fundamental conocer cómo se manejan las redes sociales porque de esa manera los chicos podrán mostrar de inmediato a sus padres que están padeciendo y éstos podrán denunciar la situación a las autoridades policiales y judiciales.
Bajo esta línea, agrega que los padres deben saber que los más jóvenes tienen derecho a su privacidad, y si ellos intuyen o descubren que los están vigilando, se perderá una oportunidad de oro para cuidarlos. Con los más pequeños es importante estar presentes en su primera experiencia online, por ejemplo, jugando con ellos. Así, les podremos enseñar cómo manejar de forma correcta la red y sentar esas bases de confianza.