Ante la escasez de gasolina en el país, ciudadanos han optado por medios poco tradicionales para poner en marcha sus vehículos. Una de ellas es instalar bombonas de gas doméstico que hagan funcionar el motor, medida que ha provocado la explosión de carros en el estado Anzoátegui.
Esa maniobra prohibida ha derivado en explosiones de bombonas y en sanciones por la policía en esa entidad federal.
La alcaldesa de Sotillo, Herminia García Ron, exhortó a los ciudadanos a evitar ese tipo de adaptaciones ilegales y sin supervisión de expertos que pueden terminar con pérdidas humanas.
El domingo 3 de mayo, un hombre de 34 años de edad sufrió lesiones en la cabeza luego de que estalló una bombona de gas propano que adaptó a un Toyota Starlet. La explosión ocurrió cuando recargaba la bombona en una estación de servicio en Puerto La Cruz.
Al día siguiente ocurrió una segunda explosión en un vehículo de trasporte público en el antiguo Puente La Volca de Barcelona. El incendio debió ser atendido por los bomberos de Anzoátegui, reseñó Infobae.
La falta de gasolina en el país se agudizó desde el inicio de la cuarentena el 16 de marzo para evitar la propagación del coronavirus. En Caracas se registran largas filas en las pocas estaciones de servicio que se encuentran en funcionamiento, situación que en el interior del país es «normal» desde hace años.
El personal de salud es uno de los grandes afectados, pues aunque el régimen aseguró que para diversos sectores había prioridad al momento de surtir combustible, la realidad es otra. Son muchas las denuncias de personas que afirman que pese a tener salvoconducto, los organismos de seguridad del Estado a cargo de las estaciones de servicio no les permiten adquirir gasolina.
Otras denuncias afirman que esos funcionarios cobran en dólares a quienes se encuentren en las bombas a cambio de pasar primero o para llenar por completo los tanques.
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