El Tribunal Tercero de Control de Los Teques decretó medida privativa de libertad contra la directora del Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF), Ahiza Maestre, luego de su detención en el mismo penal durante una requisa realizada entre la noche del jueves 17 y la madrugada del viernes 18 de octubre.
La funcionaria fue señalada de permitir el ingreso de al menos 50 celulares que eran usados por las reclusas, por lo que se le imputaron los delitos de retraso u omisión agravada de funciones e introducción ilícita de teléfonos celulares en establecimientos penitenciarios.
La noche del 18 de octubre llegó una comisión de funcionarios del Ministerio de Servicios Penitenciarios a requisar el lugar, en cooperación con agentes de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), mismo procedimiento que se efectuó en la cárcel La Crisálida, antiguo Internado Judicial de Los Teques.
Entre los teléfonos incautados están tres aparatos que fueron encontrados en la chaqueta de la directora, que, al parecer, también pertenecían a reclusas que eran de su confianza y ella pretendía ocultarlos.
Como resultado de la requisa fueron trasladadas 30 privadas de libertad a la cárcel de Tocorón, en Aragua, porque mostraron resistencia durante el procedimiento. Familiares de varias internas que permanecen en el INOF denunciaron que funcionarios les botaron comida y artículos de aseo personal durante la revisión, por lo que esta semana tuvieron que llevarles nuevamente los productos.
La detención de la directora, quien ocupaba el cargo desde el año pasado, generó opiniones encontradas según reportó El Pitazo, ya que varios trabajadores del penal aseguraron que es una funcionaria que cumplía con sus responsabilidades y constantemente insistía al ministerio para que mejorara las condiciones de las reclusas.
Pero varios familiares de internas entrevistados, enfatizaron que Maestre les daba malos tratos e impedía el acceso de alimentos y otros artículos, que, en ocasiones, eran entregados en la recepción, pero no llegaban a sus destinos.
La funcionaria comenzó ocupando un cargo de vigilante, se ganó la confianza de los funcionarios del Ministerio de Servicios Penitenciarios, que luego la ascendieron a subdirectora y por último a directora del instituto. Hoy permanece recluida en un comando de la PNB en Los Teques.