Venezuela autorizó la semana pasada la reanudación de los vuelos comerciales con Panamá, una medida que muestra un cambio en su política exterior, tras haber cerrado su espacio aéreo con esta nación y con la República Dominicana luego de que se pronunciaran a favor de una revisión de los comicios en los que Nicolás Maduro resultó ganador para un tercer período presidencial.
Desde el 31 de julio del 2024 hasta entonces, las operaciones aéreas dominicanas desde y hacia Venezuela se encuentran suspendidas, sin que hayan producido acercamientos previos para revertir esta situación.
El presidente de la Junta de Aviación Civil (JAC), Héctor Porcella, declaró a Diario Libre en abril pasado que, dado que se trataba de una medida con matices políticos que involucraba las relaciones políticas bilaterales, cualquier acercamiento para variar las restricciones al espacio aéreo debe gestionarse a través de los Ministerios de Relaciones Exteriores de ambos países.
Sin embargo, la reanudación de las operaciones aéreas a Panamá podría marcar un contexto de apertura al diálogo, a diez meses de una medida que afecta la conectividad aérea entre ambos países.
En el primer cuatrimestre de este año, 5,312 pasajeros venezolanos ingresaron a la República Dominicana vía aérea a través de escalas en otros destinos, para una caída del 70.43 % en comparación con los 17,966 venezolanos que habían pernoctado en el país entre enero y abril del 2024, antes del cierre del espacio aéreo, según datos del Banco Central de la República Dominicana (BCRD).
Los acercamientos
Miguel Mejía, pasado ministro sin cartera para Políticas de Integración Regional, puntualizó que, en esta semana, el canciller dominicano Roberto Álvarez podría coincidir con su homólogo venezolano, Yván Gil, en un evento en Colombia, un espacio en el que se ambos sostendrán «algún contacto informal» en el que pudiera tocarse este tema.
«Lo que yo espero es que, a conveniencia de las partes, se puedan tener resultados que beneficien a ambos países», manifestó.