La Policía Federal de Brasil desarticuló este martes una red dedicada a intermediar la compra de oro extraído de la tierra indígena Yanomami, en la Amazonía, según informaron las autoridades.
En un comunicado, la Policía indicó que la operación “Puente de Oro” investiga a un grupo acusado de utilizar empresas de fachada para el comercio de oro extraído de manera ilegal y que llegó a mover más de treinta millones de reales (unos seis millones de dólares).
En el operativo policial, realizado en el estado de Roraima (norte), fronterizo con Venezuela, se cumplieron ocho órdenes de arresto y la aprehensión y bloqueo de bienes, decretados por la Justicia federal.
De acuerdo con la Policía, el grupo usaba empresas que “no tenían relación con la minería” para recibir los “valores” de los compradores en todo el país.
“Para evitar levantar sospechas, los involucrados buscaban retirar esos grandes valores de forma fraccionada”, detalló el comunicado.
De acuerdo a datos oficiales, los pueblos originarios en Brasil ocupan el 13,7 % del territorio nacional, con 610 tierras indígenas, de las cuales 487 están aprobadas y ya son consideradas reservas.
De ese total, la gran mayoría se sitúan en la Amazonía brasileña, con 329 áreas delimitadas.
La demarcación de territorios indígenas fue totalmente paralizada durante los cuatro años de Gobierno de Jair Bolsonaro (2019-2022), que además impulsó medidas para permitir la explotación de minerales en esas regiones, pese a que están protegidas por leyes medioambientales.
En el período en que el líder de la ultraderecha estuvo en el poder, los indígenas denunciaron en forma recurrente esas políticas y el “abandono” al que habían sido condenados por el Gobierno.
Este año, el actual Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva detectó una crítica situación sanitaria en la tierra Yanomami, en el norte del país, donde cientos de indígenas fueron encontrados en graves condiciones de desnutrición, y declaró estado de “emergencia”.
Las autoridades atribuyeron esa caótica situación a la acción de miles de mineros ilegales dedicados a la extracción de oro y otros elementos, y ya expulsados de la región, pero que volcaron en los ríos mercurio y otras substancias contaminantes que comprometieron la alimentación y la salud de los indígenas.