Cuarenta y dos personas fueron detenidas para ser interrogadas en una operación de las fuerzas de seguridad israelíes en el domicilio del terrorista palestino que causó la muerte de al menos menos siete personas en una sinagoga de Jerusalén Este, así lo anunció este sábado la policía israelí, así lo reseñó INFOBAE.
Entre los detenidos hay 15 jóvenes más los padres del perpetrador del ataque terrorista, identificado como Jaire Alkam, quien murió por los disparos de las fuerzas de seguridad israelíes poco después de ejecutar su asalto a tiros desde un vehículo contra los fieles que se dirigían a rezar a la sinagoga de Neve Yaakov, según información de The Jerusalem Post.
“El Comisionado de Policía, el superintendente jefe Yaakov Shabtai, ordenó aumentar la alerta al más alto nivel. Desde esta mañana, los oficiales trabajan turnos de 12 horas”, indicó en un comunicado la Policía, que solicitó a la población que “informe de cualquier persona u objeto sospechoso “.
La mayoría fueron arrestados por la noche tras un patrullaje de las fuerzas israelíes por la casa del agresor, habitante de Jerusalén este ocupado, para “examinar a fondo la conexión entre cada uno de los sospechosos arrestados y el terrorista que llevó a cabo el ataque, así como el alcance de su conocimiento y/o participación”, explicó la Policía.
Si bien el balance provisional del ataque es de siete muertos, el número podría aumentar por la gravedad de los heridos, ya que hay al menos tres en estado crítico en dos hospitales de la zona: una mujer de 70 años, un joven de 20 y un hombre de 30 años. Además, hay dos personas en estado moderado, un menor y una mujer de 60 años.
El ataque a la sinagoga ocurrió al término de un día de enorme tensión en Cisjordania por la muerte de nueve palestinos durante una operación israelí. Un portavoz del grupo terrorista Hamás describió el tiroteo de Neve Yaakov como “un heroico acto de venganza por la masacre” de Cisjordania, según recoge el diario Yedioth Aharonoth.
Se trata del atentado más mortífero desde 2011, cuando un grupo armado cruzó a Israel desde la península egipcia del Sinaí y mató a ocho israelíes.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, y su ministro de Seguridad Nacional, el colono extremista y antiárabe Itamar Ben Gvir, acudieron al lugar de los hechos pero sin hacer declaración a la prensa.
En los alrededores, varios judíos observaban el desarrollo de las primeras investigaciones mientras un grupo de palestinos celebraban.
De momento nadie se hizo responsable del tiroteo del viernes. En Gaza, el vocero de Hamas, Hazem Qassem, dijo que el ataque fue “una venganza y respuesta natural” a la muerte de nueve palestinos en Yenín el jueves a manos del ejército israelí.
Con información de AP y EFE