Muchas delegaciones, entre ellas de Ucrania y los países occidentales, boicotearon este martes la intervención del canciller ruso, Serguéi Lavrov, en momentos en que se difundía su discurso en la Conferencia de Desarme, en Ginebra, Suiza, dejando la sala casi vacía.
Los diplomáticos abandonaron la sala al inicio del discurso de Lavrov, una grabación retransmitida, constató un periodista de la AFP.
El ministro ruso iba a viajar a Ginebra pero anuló su visita el lunes invocando las «sanciones antirrusas» que le prohíben sobrevolar la Unión Europea.
Unas pocas delegaciones permanecieron en la sala, entre ellas las de Venezuela, Argelia, Siria y Túnez.
En el exterior de la sala, el boicot fue recibido con fuertes aplausos.
«Es importante mostrar un gesto de solidaridad con nuestros amigos ucranianos», declaró Yann Hwang, embajador francés ante la Conferencia de Desarme, instancia multilateral única de la comunidad internacional para las negociaciones en ese sector.