El golfeado es uno de los dulces emblemáticos de la culinaria venezolana, como también es cierto que sobre el origen de su nombre hay poco escrito, salvo que se le denominó así por parecerse a una semilla de café entorchada.
En todo caso, en su concepción no lleva el ingrediente café. Acá, como bien lo saben mis estimados lectores, intento darle entre ficción e historia un sentido a los nombres más emblemáticos de nuestra culinaria, cosa que recalco tanto cuando doy clases de historia de la cocina o cuando imparto mis seminarios: es importante identificarse con los orígenes de nuestras preparaciones y/o sus nombres, para que no sólo nos quedemos con lo sabroso y representativo, si no que cada vez que se lleve su gustoso sabor a cualquier paladar también su historia, la narración y el cuento este con él, es decir, que lo venezolano trascienda.
La historia de su creación se remonta a las primeras décadas del siglo XX, basado en la caracola española y el Cinnamon Rolls o Rolls de origen Sueco, (no es originario de los EE.UU y los Suecos tienen un día de fiesta nacional para celebrarlo, 4 de octubre), era el caso que después de la primera guerra mundial existía una escasez de harina de trigo que motivó a los panaderos europeos a realizar preparaciones más elaboradas para poder cubrir los costos de su materia prima, estas dos preparaciones tiene en común su presentación enrollada y la presencia de la canela en ellos, trascurría los años veinte del siglo pasado.
En Miranda, la Gran Caracas actualmente, donde nace el golfeado se les atribuyen a dos panaderías su creación, una es la localidad de Petare donde los hermanos Genaro y María Duarte los elaboraban; la otra es la panadería Sucre de Los Dos Caminos, donde cuentan las crónicas que hasta el presidente Juan Vicente Gómez se acercó a probar tan famosa preparación. Ya se transitaba en Venezuela la década de los años 30 del siglo XX, lo que a continuación contamos pudo suceder en algunas de ellas.
En el país se vivía un gran crecimiento basado en la recientemente industrialización de la extracción de petróleo, lo que motivó la presencia de trabajadores norteamericanos y europeos, este crecimiento generó demandas de viviendas y sitios de esparcimientos que no existían para ese entonces, esta demanda hizo que se crearan urbanizaciones para suplirlas, como fue el inicio de creación del Country club y su campo de golf a mediados de los años 30, también se intentaban satisfacer sus necesidades culinarias como a continuación se describe: Un día se acerca a la panadería un directivo de una empresa petrolera encargando unos enrollados de canela, los dueños de la misma, después de escuchar como quería su pedido, deciden elaborarlo, por supuesto, con el toque típico nuestro que es con papelón y queso blanco (es sorprendente la cantidad de postres en los que están presentes estos dos ingredientes), al hacerlo les queda tan bien y gusta tanto que le requieren semanalmente una cantidad importante de los mismo, para que sean entregados en el restaurant del Club de Golf.
Muy típico y característico de nosotros los venezolanos, los empleados de la panadería empezaron a bromear sobre el nuevo juego que se daba a conocer en el país, y los trabajadores que llevaban los enrollados de canela, papelón y queso blanco al sitio más prestigioso de Caracas no escapaban a esa realidad, les decían ‘’Vas a golfear’’, ‘’Estas golfeando’’, en fin, todo tipo de gerundio que se pudieran inventar para embromarlos, al ligarlos con este deporte y el sitio de entrega, tanto así que al breve tiempo estos pedidos semanales fueron conocidos como la entrega de los golfeados, cosa que llegó a transcender tanto que el enrollado fue llamado así por la panadería para poder distinguirlo y ofrecerlos a su clientela de las demás preparaciones y aprovechar su reciente y bien ganada fama ya entre los caraqueños.
Lo que a continuación sucedió ya lo sabemos todos, este dulce se esparció por toda Caracas y después a cada rincón del país, ¡tanto es nuestra esta preparación que la canela hoy en día es opcional y fue el motivo para realizarlo! y con un nombre único que describe la chispa del venezolano, en lo particular, me gusta acompañarlo con queso guayanés, al final lo importante es que es un orgulloso representante de nuestra culinaria.
Wilfredo Javier Armas Oropeza
Chef
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