Aunque el hipo parece un fastidio, los científicos han descubierto que puede desempeñar un papel crucial en nuestro desarrollo, al ayudar a los bebés a regular su respiración.
En un estudio dirigido por el University College London (UCL), investigadores que monitorean a 13 recién nacidos descubrieron que el hipo provocó una gran ola de señales cerebrales que podrían ayudar a su desarrollo.
Lorenzo Fabrizi, autor principal del estudio, dijo en un comunicado que esta actividad cerebral podría ayudar a los bebés a “aprender a controlar los músculos de la respiración”, lo que eventualmente conduciría a la capacidad de controlar la respiración voluntariamente.
Y agregó: “Cuando nacemos, los circuitos que procesan las sensaciones corporales no están completamente desarrollados, por lo que el establecimiento de tales redes es un hito crucial en el desarrollo de los recién nacidos”.
Dado que los bebés que participaron en el estudio fueron prematuros y no prematuros, con entre 30 y 42 semanas de gestación, los científicos creen que este desarrollo podría ser típico del último trimestre del embarazo.
Según los investigadores, los fetos y los recién nacidos a menudo tienen hipo.
El fenómeno se observa ya a las nueve semanas de embarazo, y los bebés prematuros, aquellos nacidos al menos tres semanas antes de tiempo, pasan aproximadamente 15 minutos con hipo cada día.
Los recién nacidos involucrados en el estudio tenían electrodos colocados en el cuero cabelludo y sensores en el torso para controlar el hipo.
Los científicos descubrieron que las contracciones en los diafragmas de los bebés producían tres ondas cerebrales, y creen que a través de la tercera onda cerebral los bebés pueden vincular el sonido del hipo con la contracción física que sienten.
Kimberley Whitehead, autora principal del estudio, dijo a CNN: “La contracción muscular de un hipo es bastante grande; es buena para el cerebro en desarrollo porque de repente da un gran impulso, lo que ayuda a las células cerebrales a unirse entre sí para representar esa parte del cuerpo en particular”.
Agregó que el hipo no tiene una ventaja conocida para los adultos, y sugirió que podría ser un ejemplo de “una resaca de los primeros períodos de nuestra vida que persiste en la vida posterior”.
Los mismos investigadores han teorizado previamente que las patadas de un bebé en el útero pueden ayudarlo a crear un mapa mental de su propio cuerpo.
Sus nuevos hallazgos podrían mostrar el mismo proceso que ocurre internamente.