La presidenta saliente de Eslovaquia, la liberal Zuzana Caputova, convocó este jueves a los líderes de todas las fuerzas parlamentarias a una reunión “para serenar la situación y rechazar la violencia”, tras el ataque del miércoles que ha dejado gravemente herido al primer ministro, Robert Fico.
Caputova, que agota su mandato en junio, realizó esa invitación a los políticos junto al presidente entrante, el socialdemócrata Peter Pellegrini.
“Juntos invitamos a los líderes de todas las fuerzas parlamentarias al Palacio Presidencial con un único objetivo: serenar la situación y rechazar la violencia”, dijo Caputova, tras denunciar el atentado que calificó de “una gran tragedia humana y un ataque al orden democrático”.
“Queremos instar a todos a una actitud responsable, y que salgamos del círculo vicioso del odio y mutuas acusaciones, porque lo que ocurrió es un acto individual, pero el ambiente tenso de odio es nuestra obra común”, dijo Caputova.
La polarización política y social ya existente en Eslovaquia desde antes de la pandemia de la covid ha aumentado desde el regreso al poder, el pasado octubre, de Fico al frente de una coalición de nacionalistas de izquierdas y ultraderechistas.
Medidas de Fico como la abolición de la Fiscalía anticorrupción, que investigaba a miembros de su partido; su plan para eliminar la radiotelevisión pública, que considera poco patriótica; o las restricciones a las ONG, siguiendo el modelo ruso, han provocado masivas protestas ciudadanas animadas por la oposición progresista.
El sucesor en el cargo, Pellegrini, instó a los políticos a “interrumpir temporalmente” o a “moderar significativamente” la campaña para las elecciones al Parlamento Europeo, para evitar una confrontación que, advirtió, «es lo último que ahora necesita Eslovaquia”.
Varios miembros del Gobierno han acusado a la oposición progresista y europeísta de ser responsables del intento de asesinato por sus críticas al Ejecutivo.
El presunto autor del atentado, un hombre de 71 años que tuvo vínculos con grupos ultranacionalistas prorrusos, justificó su ataque en que no le gustaban las políticas de Fico.
El primer ministro está ingresado, muy grave pero estabilizado, después de haber recibido varios impactos de bala en la localidad de Handlová.