José Raúl Mulino prometió este jueves, durante su acto de proclamación como presidente electo de Panamá, repatriaciones para los migrantes que atraviesen el Darién, la selva fronteriza con Colombia, con ayuda internacional y «respetando» los derechos humanos.
«Panamá y nuestro Darién no es una ruta de tránsito. No señor, esa es nuestra frontera. El concepto de cierre que he esbozado implica un concepto filosófico que guarda relación con cerrar la frontera en función de que iniciaremos con ayuda internacional un proceso de repatriación con todo apego a los derechos humanos», dijo Mulino en su discurso.
«Para que sepan los de allá y los que quisieran venir que aquí el que llega se va a devolver a su país de origen», agregó.
Panamá se ha convertido en el epicentro de una inédita crisis migratoria. En lo que va del año ya han pasado por el Darién más de 130.000 personas, la mayoría venezolanos, en su camino hacia Norteamérica, un número que podría superar la histórica cifra de 520.000 migrantes en 2023.
Mulino, un político con trayectoria y con un carácter fuerte, ganó la Presidencia de Panamá el pasado domingo con el 34,2 % de los votos, apoyado por los partidos Realizando Metas (RM) y Alianza, según el 100% de las actas ya escrutadas.
Llegó de manera accidentada a ser candidato presidencial, dos meses antes de los comicios, pues era el compañero de fórmula del expresidente Ricardo Martinelli (2009 – 2014) hasta que e exgobernate fue inhabilitado políticamente tras ser condenado a más de 10 años de prisión por lavado, caso que lo llevó a asilarse en la Embajada de Nicaragua en Panamá.
La Junta Nacional de Escrutinio oficializó a Mulino como nuevo mandatario para el período 2024 – 2029 y le entregó las credenciales durante un acto en Ciudad de Panamá. Sin embargo, el próximo 1 de julio comienza oficialmente el nuevo Gobierno, tras un proceso escalonado de transición que iniciará el 3 de junio.