La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha convocado durante este puente del Primero de Mayo, Día de los Trabajadores, a los sindicatos y a su Consejo de Ministros para ultimar un decreto con medidas en ámbito laboral y política social.
EFE
En primer lugar, Meloni recibirá hoy a las 19.00 horas (17.00 GMT) en el romano Palacio Chigi, sede del Ejecutivo, a los representantes de los principales sindicatos, CGIL, CISL y UIL, y mañana ha convocado a su Consejo de Ministros a las 11.00 locales, pese a que es festivo en Italia por el Día de los Trabajadores.
El Gobierno prevé aprobar un decreto ley con «medidas urgentes en favor de la inclusión social y el acceso al mundo laboral», entre otras disposiciones, tal y como se lee en la convocatoria.
A la espera de conocer los detalles de la nueva legislación, los medios avanzan que aumentará el sueldo de los trabajadores que ganen hasta 35.000 euros anuales reduciendo en un 2 % la cuña fiscal, y facilitará el acceso a las prestaciones por desempleo.
Asimismo se procederá a derogar la Renta de Ciudadanía, el controvertido programa de subsidios aprobado la pasada legislatura por el Movimiento Cinco Estrellas (M5S), y se sustituirá con otros planes.
La parte más espinosa tiene que ver con los contratos temporales. El M5S, con su «Decreto Dignidad», había limitado este tipo de contratación, estableciendo que solo podían durar 12 meses, prorrogable en otro año sólo en pocos casos.
La reforma de Meloni, según las mismas fuentes, ampliaría la lista de supuestos por los que se permite la renovación temporal hasta los 36 meses.
Las medidas estarán financiadas con la desviación de déficit de 3.400 millones de euros en 2023 y de 4.500 millones en 2024 aprobada esta semana en el Parlamento, dentro del Documento de Economía y Finanza (DEF), la estrategia económica para los próximos años.
En declaraciones hechas hoy en la ciudad septentrional de Ivrea, la secretaria del Partido Demócrata (PD, centroizquierda), Elly Schlein, consideró este decreto «una provocación» porque «esconde el aumento de la precariedad y de la contratación temporal».
El secretario del mayor sindicato, la CGIL, Maurizio Landini, se ha quejado de que la convocatoria tenga lugar un domingo por la tarde, máxime en la víspera de la jornada más simbólica para los trabajadores, el Primero de Mayo, aunque confirmó su asistencia.
«Nosotros vamos a las reuniones, aunque está claro que ser convocados un domingo por la tarde para una medida que ya han decidido y que aprobarán el lunes por la mañana no es lo que nosotros pedíamos», avisó.
Meloni rechazó hoy las críticas al defender que su decisión de aprobar esta medida un Primero de Mayo es «una bonita señal» para expresar el «compromiso» con los trabajadores de la «privilegiada» clase política.
La primera ministra recordó al líder sindical que el Primero de Mayo hay mucha gente que trabaja, «como camareros, médicos o fuerzas del orden» hasta, dijo irónicamente, los técnicos del tradicional concierto en la plaza romana de San Juan de Letrán, organizado precisamente por los sindicatos italianos.
«Si Landini piensa de verdad que no es educativo trabajar el Primero de Mayo, entonces el concierto debería ser llevado a cabo otro día. Nosotros no lo pensamos así y respetamos la iniciativa, así como pedimos respeto por nuestro trabajo», reprochó Meloni.
