Ante la inflación las familias con menos recursos que cuentan con niños dentro de escolaridad nacional han cifrado sus esperanzas alimenticias en el Programa de Alimentación Escolar (PAE), sin embargo denuncian que ha desmejorado o desaparecido.
Para el coordinador municipal de Vente Venezuela en Guaicaipuro, profesor (USB) William Anseume, se trata de otro «fraude» para la ciudadanía en Guaicaipuro y Miranda.
«Defraudadas han quedado las familias y los niños con ese fantasioso programa de alimentación escolar en medio de la pandemia. Se desnudan así muchas realidades. Es lógico que ante tanta hambre y miseria generalizada las familias con hayan puestos sus esperanzas alimenticias en el PAE que justamente alude al padre en sus siglas y al paternalismo del Estado en su esencia político- asistencial», asegura.
Recordó que según el régimen, sería parte del sustento de la supuesta educación virtual de los escolares, «contar con esa comida que ayudaba quizá mucho a los niños en su crecimiento no sólo físico sino también mental. Pero era mentira, artificio de unos días. Ya vemos cómo es otro fracaso más de la tiranía. Lo hacen como para confundir, para engañar unos días a la gente y someterla a la humillación de recorrer grandes distancias en busca de un alimento que no llega o no llega completo, o el que llega es poco y desabrido».
Anseume asegura que hay carteles en las escuelas que indican con toda claridad que los representantes deben llevar sal y aliño si quieren que lo que se les prepara a los niños sepa a algo.
«O sea, al régimen le falta, en principio, sal y aliño para la alimentación escolar. Por otro lado, se reciben denuncias de padres y representantes que se quejan porque la mayoría de las veces llega arroz solo y sin sal siquiera. Por lo tanto, el programa dejó de ser serio y completo si algún día lo fue, para convertirse en una engañifa más del régimen», agregó.
-Nada menos, engañar a los niños y a las madres, a las familias. Era sólo para que creyeran, para la foto de un día, para la difusión de la noticia y la jactancia. Del resto ausencia. Este tipo de engaños debe ser un crimen también.
El dirigente político asegura que parte de la «miseria del populismo, como diría un conocido autor de temas políticos, tiene que ver con ofrecer para finalmente no cumplir, con engañar. Partiendo del principio de que la gente cree. Lamentable este acto vil de desprecio por las familias, por los niños escolares, por la alimentación con dádivas para los ciudadanos en lugar de desarrollar empleos sólidos y una sólida educación para tener gente libre en todos los sentidos».
Redacción El Tequeño
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