El éxodo masivo de venezolanos ha expuesto a las mujeres que se quedaron en el país a una sobrecarga de responsabilidades y a mayores vulneraciones de derechos fundamentales, advirtió la ONG Proiuris en su informe titulado «Mujeres Dejadas Atrás».
«La crisis ha empujado a más mujeres en Venezuela a la pobreza y a la economía informal, mientras que la nueva realidad forzada de la ruptura de su núcleo familiar genera que aquellas en edad productiva tengan mayores limitaciones de desarrollo de carrera y que las adultas mayores hayan quedado solas o a cargo de sus nietos», señala la organización no gubernamental.
A lo largo de 23 meses Proiuris llevó a cabo un estudio en 21 comunidades en 10 estados del territorio nacional y analizó a profundidad los casos de 94 personas. Finalmente, seleccionó a 33 mujeres, adultas mayores y adolescentes residentes en Venezuela, con miembros de su núcleo familiar en el extranjero.
En el estudio la ONG indagó sobre las razones por las cuáles estas mujeres decidieron quedarse en Venezuela, sus condiciones de vida actuales y las circunstancias bajo las cuales han emigrado sus familiares.
Del grupo estudiado, el 33 % indicó que tiene a más de cuatro integrantes de su familia fuera de Venezuela; un 55 % respondió que bajo poder adquisitivo, lo que les impide acceder a bienes y servicios esenciales, y el 22 % confesó que experimentan episodios de estrés, ansiedad y depresión, disparados por la separación forzada de sus familiares.
«Como tercera necesidad insatisfecha, el 15 % comunicó que es la salud física. Este renglón se debe abordar de manera multidimensional, incluyendo a la posibilidad de tener acceso a diagnósticos y tratamientos preventivos y paleativos. Destaca en este apartado una arista complicada para las madres cabeza de familia y para sus hijas ya adolescentes relacionada con la salud sexual, reproductiva e higiene menstrual».
También fueron parte del estudio las abuelas que se han quedado en el país a cargo de sus nietos producto de la emigración de los padres, convirtiéndose en las cuidadoras, como es el caso de Rebeca, de 66 años, quien reside en el estado Aragua.
«Jesús, quien dejó a su hijo pequeño y de verdad que eso me pegó bastante, porque no tanto uno, uno ya ha vivido y eso, pero ese niño que está empezando a vivir y ya tiene seis años que no ve a su papá», dijo.
El informe presentado incluye siete categorías determinantes de las mujeres venezolanas que permanecen en el país. Entre ellas están las madres cabeza de familia, abuelas cuidadoras, niñas y adolescentes cuidadas por terceros, mujeres en condición de discapacidad, mujeres pendulares, quienes se movilizan regularmente por los cuatro puentes fronterizos entre Venezuela y Colombia; pensionadas y mujeres logísticas, aquellas que son el centro de operaciones dentro de sus hogares o núcleos cercanos.