«Son conocidas las innumerables falencias del hospital más grande y conocido de nuestro municipio, el Victorino Santaella, donde las diálisis son comúnmente suspendidas y falla hasta el oxígeno. Pero el tema de la desatención de la salud se profundiza mucho más en los agónicos centros más pequeños y periféricos de las parroquias o en la propia capital de nuestro Estado Miranda», manifestó el coordinador de Vente Venezuela en Guaicaipuro, William Anseume.
Califica como «increíble” la indolencia ante las necesidades de la gente. “Se ratifica que éste es un régimen inhumano. De nada sirve que un día realicen un operativo para repartir las escasas medicinas y tomar la tensión, cosa que hacen cada vez menos, por cierto, si en los centros de salud falta cualquier tipo de insumo. Los medicamentos son limitados, insuficientes y, por lo general, el personal trata de hacer malabares para salvar vidas o se siente impotente ante la imposibilidad de atender un paciente y tiene que ordenar su ruletear agónico por diversos nosocomios del país».
Anseume asegura que recientemente estuvo en el Victorino Santaella para constatar su deplorable estado. “Pero también se sufre buscando atención, por ejemplo, en el Pronto Socorro, en Los Teques, donde no tienen guantes, ni medicamentos, para atender aunque sea las más comunes picadas de insectos, como ocurrió en estos días pasados; no existe siquiera un aparato para la revisión de los oídos. Para que se vislumbre la hondura del asunto: no hay oxígeno. El Pronto Socorro se ha convertido prácticamente en un caparazón inútil, con alguna seña del recuerdo de lo que fueron los cuidados médicos».
-Del mismo modo se hace creer que funcionan los ambulatorios parroquiales. En Paracotos, a orilla de la Autopista Regional del Centro, donde ocurren accidentes a diario, hace poco se vivió una tragedia en la que murieron unas personas y los heridos no tuvieron bien como ser atendidos, trasladados en grúas por la clemencia de los vecinos, con comerciantes donando hasta gasa de inmediato. Un centro de salud donde no hay oxígeno, escasean los medicamentos, el electrocardiógrafo está inservible hace largo tiempo, no hay insumos, ni ambulancia. Cualquier traslado que no cuente con un vecino generoso debe esperar al menos una hora para que lo busquen y otra para que lo lleven.
El coordinador de Vente Venezuela en Guaicaipuro asegura que «en los centros de salud del Municipio Guaicaipuro se está permanentemente en vilo. El Estado no protege la salud ni la vida, como manda la Constitución. Quienes deben prestar atención rigurosa, porque es su obligación, se hacen los locos, son inclementes, o andan en su politiquería barata que no incluye a los ciudadanos y sus necesidades. Esta realidad tiene que ser modificada de raíz y muy pronto para el beneficio de la gente. Los recursos del Estado son para la gente».