Nuevas revelaciones de la trama de corrupción de los funcionarios del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela han salido a la luz pública tras la detención de Álvaro Pulido, socio de Álex Saab, testaferro de Maduro.
Por DIARIO LAS AMÉRICAS Los datos han sido difundidos por el periodista venezolano Nelson Bocaranda a través de su cuenta en Twitter. Entre los detalles, el comunicador social develó que tres torres construidas detrás de un lujoso hotel en Caracas son propiedad de Saab y Pulido.
Bocaranda detalló además que la campaña impulsada por la dictadura de Venezuela a favor de la liberación de Saab -extraditado a EEUU y en espera del veredicto final del juicio que enfrenta- costó millones de dólares a los venezolanos.
«Nos costaron cientos de millones más. Ahora que quedó demostrado que robaron hasta PDVSA y dejaron mal parado a Miraflores ¿Seguirá la campaña por su devolución? ¿Si lo entregan lo apresarán? ¿Le confiscaran sus propiedades? Una Papa Caliente», escribió el periodista.
En el marco de la llamada lucha anticorrupción enquistada en el seno del Estado venezolano, el régimen de Nicolás Maduro a través de la Fiscalía General, arrestó al empresario colombiano Álvaro Pulido, aliado de la dictadura a través de su rol como contratista socio de Álex Saab.
Pulido es vinculado como “operador financiero» de Hugbel Roa, un exdiputado del chavismo, también arrestado por la misma trama de corrupción develada desde la dictadura.
Hasta el momento se desconocen los cargos que se le imputan al socio de Saab.
En octubre de 2021, el Gobierno de Estados Unidos ofreció una recompensa de $10 millones por información que pudiera conducir al arresto y/o condena de Pulido Vargas, también conocido con el alias «Germán Enrique Rubio», según las autoridades federales de EEUU, que le acusa de lavado de dinero en relación con un esquema de soborno extranjero.
Desde hace más de un mes la dictadura de Maduro anunció el arresto de funcionarios vinculados al régimen por el desfalco a la estatal de Petróleos de Venezuela. Hecho que llevó a la renuncia del ministro de Petróleo, Tarek El Aissami, hombre fiel y cercano al régimen desde la llegada al poder de Hugo Chávez.
