Expertos señalan que Rusia no esperaba encontrarse con la enconada resistencia de las fuerzas ucranianas, por lo que, ante la resistencia en tierra, ha intensificado los bombardeos y ataques aéreos.
Según un recuento de The New York Times, desde que comenzó la invasión al menos 67 pueblos y ciudades han sido atacados, algunos durante varios días, con bombardeos, ataques aéreos y otros proyectiles que en muchos casos han impactado contra zonas civiles, desde hospitales hasta escuelas y edificios de viviendas.
Entre las ciudades más afectadas por los ataques aéreos está Járkov, la segunda ciudad del país, que lleva sufriendo ataques durante al menos 9 días. Le siguen Mariupol, en el sureste, actualmente sitiada, que ha padecido bombardeos durante al menos 6 días, e Irpin y la propia Kiev, al menos 5, de acuerdo con el seguimiento del Times, que admite que la cifra real puede ser mayor.
Al menos ocho ciudades han sufrido más de cuatro días de bombardeos: a Járkov, Mariupol, Irpin y Kiev se suman en esta lista Chernihiv, Okhtyrk, Severodonetsk e Izium.
Las fuerzas rusas extendieron este viernes sus ataques a ciudades del oeste, bien alejadas del frente. También pequeños pueblos y aldeas del Donbás han sufrido ataques aéreos.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, calificó tal despliegue ofensivo ruso como «una guerra de aniquilación», que dice busca aterrorizar al pueblo ucraniano para doblegar su voluntad y resistencia.