La guerrilla del ELN volvió a activar la guerra en el Catatumbo y sostiene una confrontación armada con las disidencias de las Farc por el control territorial. SEMANA accedió a un documento que estudian las autoridades sobre los posibles objetivos que tienen los hombres de Antonio García en Norte de Santander.
Por SEMANA
El nuevo capítulo de violencia se escribió por diferencias ideológicas y problemas del narcotráfico entre los dos grupos armados. Aunque se han recuperado 30 cadáveres, se tiene información de que 80 personas han perdido la vida en medio de las confrontaciones que se extienden por varios municipios del departamento.
Los delincuentes del ELN son coordinados por alias Alfredo, quien figura como el cabecilla del frente de guerra nororiental. Él tiene a su disposición a 1.006 sujetos en armas y 940 redes de apoyo al terrorismo; aunque estos números se habrían incrementado en los últimos días, pues recibió más personal proveniente de las montañas de Arauca.
Las autoridades sospechan que hay tres planes detrás de esta “expedición sanguinaria”, como la ha denominado el ministro de Defensa, Iván Velásquez. En primer lugar, “consolidarse como la única organización en la frontera con el control y el monopolio de las economías ilegales, especialmente en las conexas con el narcótico”.
Luego está el “fortalecimiento del trabajo político – organizativo con el objetivo de influenciar la gobernanza local y regional a través de la infiltración de organizaciones sociales y comunales con alta influencia en la región del Catatumbo”, se lee en un fragmento del archivo que conoció SEMANA este 20 de enero.
Finalmente, el “fortalecimiento de su mando y control, creación de nuevas estructuras para ampliar sus áreas de influencia hacia nuevas y antiguas áreas que les permita obtener finanzas”. Eso implicaría el reclutamiento de jóvenes en los municipios de El Tarra y Tibú; lograr el respaldo de comunidades; y un bloque para frenar la llegada del Clan del Golfo.
Las disidencias de las Farc no se quedarán quietas. Se esperan respuestas delincuenciales del grupo que comanda alias Calarcá. Las cabezas visibles en los territorios son alias Andrey, El Paisa y Correa. Al parecer, ellos tendrían en sus filas a más de 480 hombres, tanto en armas como en redes de apoyo al terrorismo.
La situación es crítica para el departamento. La Defensoría del Pueblo confirmó que, en cuatro días, ya 11.000 personas han sido desplazadas de sus territorios por cuenta de las confrontaciones armadas. Las víctimas están llegando a Ocaña, Cúcuta y Tibú. Son familias enteras que se embarcan en camiones, motos y buses para no morir en sus fincas.
“Estamos ante una de las crisis humanitarias más grandes y graves que ha enfrentado el Catatumbo, si es que esta no es la mayor, el Catatumbo ha sufrido mucho. Los municipios más afectados por esta situación son Teorama, Tibú, El Tarra, Convención, Acarí, Ábrego y San Calixto”, afirmó la defensora del Pueblo, Iris Marín.