Venezuela se encamina a un nuevo método para continuar con la vida en medio de la pandemia: un semáforo de acceso como método para el ingreso seguro a lugares públicos. Los protagonistas del plan piloto, los restaurantes, ven la medida con optimismo, pero admiten que todavía hay mucho que clarificar.
Por Luisana Solano / Gustavo Ocando Alex / vozdeamerica.com
“Lo vemos como positivo. Creemos que cualquier acción que sume para ir retomando la vida cotidiana, la vamos a tratar de apoyar lo más que podamos”, comentó a la Voz de América Iván Puerta, presidente de la Cámara Nacional de Restaurantes (Canares) de Venezuela.
El presidente venezolano Nicolás Maduro anunció el viernes pasado que sobre la base del “avance” de la vacunación en el país, estaban “preparando un semáforo de acceso a algunos lugares públicos”. Aunque aún no hay una fecha fijada para su implementación, Maduro explicó que “estaban pensando” comenzar en la tercera semana de octubre.
La vicepresidente Delcy Rodríguez fue la encargada de explicar la idea. En la puerta del establecimiento estará una persona con un teléfono inteligente con el sistema operativo android y la aplicación veQR, con la que se revisará el número de cédula del visitante, dijo durante el mismo evento trasmitido por el canal oficial VTV.
La luz verde indicará que la persona está vacunada, la amarilla que la persona está sana pero no está vacunada y el rojo es que la persona tiene una prueba PCR positiva en los últimos 21 días, por lo que no podría entrar al local.
Rodríguez afirmó en su momento que esta nueva metodología busca “ir normalizando, relativamente, la vida comercial en el país”. Indicó, sin ofrecer detalles, que la plataforma “se desarrolló a través del sistema patria”, desarrollado por el gobierno.
De salir la luz amarilla, la persona simplemente puede presentar el carnet de vacunación. De ser el caso, detalló Puerta a la VOA, “lo que se recomienda es que uno trate de registrar la vacunación en el Sistema Patria”, sostuvo.
Este sábado se reunieron con el Ministerio para el Comercio Nacional, donde les expusieron el funcionamiento, alcance y “la parte un poco más técnica”, dijo.
El pasado fin de semana, la ministra para el Comercio Nacional, Eneida Laya Lugo, hizo pruebas para la implementación de la medida. “Recorrimos hoteles, restaurantes y tiendas para socializar la información y así reforzar los cuidados ante la COVID-19”, indicó en su cuenta de Twitter.
El gobierno introdujo el año pasado un método para la contención de la pandemia conocido como “7+7”, que consiste en alternar una semana de flexibilización con otra de cuarentena.
El presidente de la Cámara Nacional de Restaurantes apuntó que este método se mantendría, pero que “la intención final de la implementación del semáforo de acceso es poder ir sustituyendo todas estas restricciones de horarios, ya sean horarios nocturnos (…) días de flexibilización”.
Asegura que las incredulidades pueden existir y son “completamente respetables”, pero que consideran que la medida “es algo que pudiese sumar”.
“Todos los sectores comerciales vienen golpeados, la gente a veces ve esto como una traba, como un control, pero yo creo que con el pasar de los días se van a ir aclarando más las ideas, vamos a ir entendiendo todos cuál es el alcance, vamos a ir entendiendo el funcionamiento, la operatividad de la aplicación dentro de cada uno de los establecimientos”, indicó Puerta.
Le piden a los involucrados en los restaurante que hagan un esfuerzo por apoyar y guiar a su personal; mientras que a los usuarios les hace un llamado a tratar de tener la disposición.
Entre la viabilidad y el escepticismo
En Maracaibo, una de las ciudades más pobladas en el occidente de Venezuela, dan por sentado que el nuevo método se probará primero en Caracas antes de llegar al resto del país, si bien se valora como una medida positiva, comenta Richard Cooper, fundador del comité de restaurantes de Maracaibo.
“No es algo descabellado. No es algo infalible, porque puede haber personas asintomáticas (con COVID-19), pero es un filtro importante. También obliga a la gente a vacunarse y, si se contagia, no debería entrar en estado de gravedad. Es algo positivo”, describe Cooper en conversación con la Voz de América.
Desde su reapertura durante la pandemia, en octubre del año pasado, los restaurantes activaron protocolos en sus entradas para verificar la temperatura de sus clientes con termómetros digitales y aplicar en sus manos gel alcoholado para prevenir contagios de COVID-19 en sus instalaciones.
La medida llega cuando el país estaría atravesando otra ola de contagios, con picos importantes en Caracas, sostuvo esta semana Enrique López-Loyo, presidente de la Academia Nacional de Medicina.
El doctor indicó en una una entrevista en la emisora nacional Onda La Superestación que se trata de una medida “muy difícil en su aplicación práctica”. Apuntó que debería hacerse pública la data de vacunación del Ministerio de Salud y dependería de las pruebas PCR que se hagan en el país.
“Deberíamos hablar de una medida un poco pisando a tierra, que sean de mejor aplicación, y todo lo que debemos (hacer) finalmente es aumentar la presión sobre la vacunación en Venezuela”, agregó el presidente de la Academia Nacional de Medicina.
Según el gobierno, el país ya alcanzó el 50% de la población vacunada contra el COVID-19. Esta misma semana llegaron al país casi 2,6 millones de dosis de la vacuna china Sinopharm correspondiente al mecanismo COVAX.
Igualmente, llegaron más de 794.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V, según información oficial compartida por la cuenta oficial de la vacuna y replicada por funcionarios venezolanos.
El país registra oficialmente un total de 385.952 casos positivos y 4.652 fallecidos por el virus.