Una duda acrecienta la zozobra entre los venezolanos: ¿dónde está Tareck El Aissami? Y es que ya ha pasado más de un mes desde su última aparición pública, el pasado 6 de marzo, y exactamente tres semanas desde que anunció su renuncia como ministro de Petróleo por las investigaciones de corrupción dentro de Pdvsa.
Hoy se desconoce su ubicación exacta y su nombre sigue retumbando en cada rincón del país, mientras ningún vocero del Gobierno ha querido hablar abiertamente sobre su paradero. El fiscal general, Tarek William Saab, se negó a informar si hay alguna investigación o procedimiento judicial en su contra.
«No voy a adelantar opiniones ni a autotubearme. He hablado de los que están hoy aprehendidos dentro de las distintas tramas de corrupción, por tanto no quiero adelantar información sobre cualquier nombre en particular«, dijo durante una rueda de prensa el pasado 5 de abril.
En medio de la especulación, distintas versiones han surgido. El exgobernador chavista, Rafael Isea aseguró que El Aissami estaría bajo arresto domiciliario en Fuerte Tiuna, el principal territorio militar en Caracas.
¿La razón? Según Isea, “para evitar una posible fuga al exterior y se convierta en un mayor problema para el madurismo”.
Además, recordó que sobre el exfuncionario, miembro de la cúpula de Nicolás Maduro, pesa una orden de captura internacional, emitida por Estados Unidos, con una recompensa de entre 5 y 10 millones de dólares, “por lo cual la detención domiciliaria también busca evitar que ‘se lo lleven’”.
El periodista Leopoldo Castillo, en cambio, aseveró la semana pasada que El Aissami había huido en un avión rumbo a Siria.
El fin de semana, se conoció extraoficialmente que la residencia de su hermano, Firaz El Aissami, habría sido allanada por funcionarios de la Policía Anticorrupción.
Según el comunicador Casto Ocando, «la familia, que tiene un imperio inmobiliario en las ciudades de El Vigía y Mérida, está bajo asedio, incluyendo el padre Carlos Zaidan«, escribió en Twitter.
La última ocasión que el exministro se vio públicamente fue durante una reunión con el director ejecutivo de la empresa rusa Rosneft, Igor Sechin. A través de su cuenta en Twitter, divulgó fotografías donde se mostraba sonriente, e informó sobre un acuerdo de “seguir complementando nuestras potencialidades en petróleo y gas”.
Diez días después, comenzó la “purga madurista” con el arresto de Joselit Ramírez, jefe de la Superintendencia de Criptoactivos y director del despacho de El Aissami, señalado por el supuesto robo de tres mil millones de dólares.
Ya en ese momento, su actividad en redes sociales era nula. Hasta que el 20 de marzo publicó dos tuits anunciando su renuncia como titular de la cartera petrolera, que dirigía desde abril de 2020, y se puso a disposición para el desarrollo de las investigaciones.
“Mantener oculto Tareck El Aissami no disminuye su peligro para el régimen”, opinó, por su parte, la periodista Ebéyise Pacheco.
Sin embargo, aseguró que la salida de uno de los mayores aliados de Maduro no fue la corrupción en Pdvsa, sino el ingreso de armas a territorio venezolano desde el Medio Oriente.
“Tareck, además de dominar la industria petrolera sobre la que controlaba su producción y su comercialización, había trasladado armas en buques que iban a ser cargados de combustible en el país. El entramado lo completaban las navieras traficando oro y tierras raras. Los muelles de las empresas básicas, El Aissami los usaba como su despacho de trabajo”, aseguró la comunicadora en su columna publicada en el diario Las Américas.
Ahora, Maduro está en el debate si entregar al también expresidente de Pdvsa a Estados Unidos o “dejarlo ir a un lugar seguro”.
“En Venezuela sería complicado retenerlo sin poner su cabeza ante la ‘justicia’ cuando hasta el corazón del chavismo ha sido testigo del millonario asalto, ratificado por el discurso oficialista, de la grotesca corrupción”, agregó Pacheco.
Pero el hermetismo gubernamental reina en este caso y el destino de Tareck El Aissami se sigue manejando como un máximo secreto. “Lo que él conoce puede hacer tambalear al régimen, así que el asunto se maneja con altísima prudencia”, refirió Pacheco.