El asesinato de Brian Thompson, CEO de UnitedHealthcare, ha puesto nuevamente en el centro del debate público el peligro que representan las armas fantasmas, un tipo de armamento casero, potencialmente imposible de rastrear, que ha proliferado en los últimos años. Luigi Mangione, el sospechoso arrestado por el crimen ocurrido en Manhattan, portaba una pistola que, según las autoridades, podría haber sido impresa en 3D.
Por Infobae
La pistola encontrada en posesión de Mangione, descrita como un arma semiautomática capaz de disparar munición de 9 mm y equipada con un silenciador, representa los riesgos asociados a estas armas, que son fabricadas fuera del control de las autoridades. CNN señaló que se están realizando pruebas balísticas para confirmar si esta fue el arma utilizada en el asesinato del directivo, mientras el caso reavivó los llamados a endurecer la regulación sobre su fabricación y distribución.
Qué son las armas fantasmas
Las armas fantasmas, conocidas oficialmente como armas de fabricación privada (PMF), son dispositivos que carecen de números de serie, lo que las hace virtualmente imposibles de rastrear. Esto representa un desafío significativo para las fuerzas del orden al intentar vincularlas con sus fabricantes o propietarios. Su nombre proviene precisamente de esta capacidad de “desaparecer” del sistema regulatorio tradicional.
Estas armas pueden ser ensambladas en casa a partir de kits de componentes adquiridos legalmente en internet, sin necesidad de pasar por un control de antecedentes.
Los kits, conocidos como 80% lowers, contienen piezas parcialmente fabricadas que no califican técnicamente como un arma hasta que se ensamblan. Además, las armas fantasmas también pueden incluir partes fabricadas mediante impresión 3D, lo que añade un nivel de accesibilidad tecnológica, aunque con limitaciones de fiabilidad.
Un aspecto que preocupa a las autoridades es la facilidad con la que estos artículos pueden ser fabricados. En muchos casos, las piezas pueden ensamblarse en menos de una hora con instrucciones que están disponibles públicamente en internet. Esto ha convertido a las armas fantasmas en una opción atractiva para criminales, menores de edad y personas que no podrían acceder a ellas mediante canales legales.
Lea más en Infobae