«No somos invisibles, queremos trabajar», se lee en la marquesina del iconico cine Los Salias, ubicada en San Antonio de los Altos, como protesta a la medida que los mantiene cerrados por la pandemia.
Aunque el régimen ya permitió la apertura de gimnasios, peluquerías e incluso se realizan espectáculos respetando las medidas de bioseguridad, permanecen cerradas salas de cine y teatros.
«Seguimos esperando que nos permitan trabajar, estamos listos, tenemos los protocolos de bioseguridad», explicó un trabajador de una de las salas de cine de los Altos Mirandinos.
Maduro dijo hace una semana que estudia la posibilidad de reabrir los cines y los teatros, cerrados desde que en marzo se registraron las primeras infecciones en el país por SARS-COV-2.
Durante una alocución televisada, reiteró la idea de aplicar una «flexibilización permanente» de los controles sanitarios durante todo el mes de diciembre.
Las reuniones entre el Ejecutivo y los empresarios de las salas de cine y teatro se llevaría a cabo la semana pasada, se permitirá la presencia de un número específico de personas, aún sin determinar, no sólo en cines sino también en las canchas de baloncesto, así como en los estadios en que se disputen los torneos nacionales de fútbol y béisbol, este último próximo a comenzar.
Redacción El Tequeño