Al morir, el 24 de abril de 2011, los médicos que atendieron a Sai Baba “no usaron la palabra ‘muerte’ para anunciar su fallecimiento. [El comunicado] decía que ‘ya no estaba con nosotros físicamente’ y que dejó ‘su cuerpo terrenal’”.
Este gurú indio, que quizá muchos reconozcan por su cabellera afro y vestimenta anaranjada, cuenta con millones de seguidores en el mundo, están en 126 países, según su página web, y cobra especial atención por estos días después de que Rafael Ramírez, expresidente de PDVSA, le contó a Andrés Oppenheimer, de CNN en Español, que el cuestionado presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tendría un altar dedicado a “Sai Baba” y que siempre estaba con un asesor espiritual de su grupo.
“Me parece muy peligroso que en el caso del presidente de un país sea sujeto a la influencia de un grupo, no sé si llamarlo secta […] Él andaba siempre con un asesor espiritual de ese grupo, asesor, por cierto, muy vinculado a negocios que se han estado haciendo en el país”, le dijo Ramírez a Oppenheimer.
CNN en Español no pudo confirmar si el altar del que habla Ramírez sería de Sathay Sai Baba (1926-2011) o de Shirdi Sai Baba (1835-1918) –Sathay Sai Baba dijo ser la reencarnación de Shirdi Sai Baba–. Sin embargo, no es la primera vez que a Nicolás Maduro se le relaciona con Sathay Sai Baba. En 2013, el periodista venezolano Roger Santodomingo exploró en su libro “De verde a Maduro: el sucesor de Hugo Chávez” el culto de Maduro hacia Sathay Sai Baba. Luego, el periodista venezolano David Placer publicó en mayo de este año un libro titulado “El dictador y sus demonios: La secta de Nicolás Maduro que secuestró a Venezuela”, en el que cuenta cómo Maduro, “de la mano de su mujer, la supersticiosa Cilia Flores”, supuestamente fue a conocer a Sai Baba en persona 2005.
Pero, ¿quién fue Sathay Sai Baba y en qué creen sus seguidores?
El mensaje de Sathay Sai Baba, según su propia página web, “enfatiza fuertemente el servicio desinteresado a los necesitados como el medio más alto para mejorar el propio crecimiento y desarrollo espiritual”.
“Él enseña que no es suficiente simplemente hacer buenos trabajos, sino que la actitud de uno durante la actividad de servicio es de igual importancia. El trabajador de servicio debe tener una actitud de humildad y aprecio por la oportunidad de realizar cualquier actividad de servicio”, afirma su página web.
Entre las actividades de la comunidad, está la participación en cantos espirituales que se realizan en los centros Sathay Sai Baba de manera semanal. Además, “también pueden ser voluntarios en el servicio regular, actividades como dar comida a los necesitados, organizar campañas médicas y servicios médicos, y otras formas de voluntariado cívico”, afirma la página web oficial. Además, la comunidad de Sai Baba invita a personas de todos los credos religiosos, y pueden unirse a su comunidad sin necesidad de renunciar a ellos.
Sin embargo, este sentido de humildad y servicio al más necesitado contrasta con historias de opulencia y abuso sexual. Después de su muerte, CNN conoció que Sathay Sai Baba tuvo un automóvil Rolls Royce entre 1972 y 1984, y el industrial V Srinivasan, el administrador del fideicomiso de Sathay Sai Baba le contó en entrevista a la BBC que contaban con “alrededor de 8.500 millones de rupias indias (190 millones de dólares) en reservas de efectivo. El interés que obtengamos de esto se utilizará para administrar nuestro hospital y universidad”, le dijo a BBC.
La documentalista Tanya Datta hizo un especial para la BBC llamado Secret Swami, en el que exploró a fondo la personalidad de Sathay Sai Baba. Datta cuenta algunas “historias de los primeros signos de su divinidad”, como que su mamá afirmaba haberlo concebido siendo virgen –“al igual que Jesucristo”, cuenta Datta–, su hazaña de sobrevivir a una picadura de escorpión, su capacidad de hablar sánscrito sin conocerlo y de ejecutar diversas actividades artísticas.
“Cuando tenía 13 años, el joven anunció a su familia que era la encarnación de Shirdi Sai Baba, un hombre santo indio del siglo XIX que había sido igualmente venerado por hindúes y musulmanes por igual”, afirma Datta en la BBC.
Por último, Datta cuenta sobre las acusaciones de abuso sexual: “Entrevistamos a la familia Rahm en Estados Unidos, que habían sido devotos de Sathay Sai Baba durante años. Tanto el padre como el hijo declararon que habían sido sometidos a que Sathay Sai Baba les frotara sus genitales con aceite”, cuenta Datta, quien consultó al respecto al doctor Michael Goldstein, presidente de la organización internacional Sathay Sai Baba en su momento, quien dijo que no creía las acusaciones.
