Sin feligreses y en un «papamovil» la imagen del Nazareno de San Pablo, cuya devoción congrega multitudes cada Semana Santa, recorrió este miércoles Caracas en una inusual decisión de la Iglesia católica venezolana para evitar la propagación del covid-19.
El vehículo, que fue utilizado por el papa Juan Pablo II en una de sus visitas a Venezuela en los años 1990, fue escoltado por militares y policías en motos. La procesión se confirmó en la madrugada, tras un acuerdo con el régimen que decretó cuarentena desde el 16 de marzo y que inicialmente había pedido a la Iglesia posponer este recorrido hasta el fin de la emergencia.
«¡Que el Nazareno de San Pablo nos traiga sanación a Venezuela!», «¡Pidamos de corazón que cese esta pandemia, que nos dé salud!», se escuchaba por los altoparlantes de la procesión.
«¡Tenemos hambre, queremos comida!», gritó una mujer al paso del Nazareno.
Mientras la imagen recorría las mayormente desoladas vías de Caracas, el cardenal Baltazar Porras ofrecía una misa por la televisión.
En su homilía, Porras exhortó a los católicos a mostrar «generosidad» con los «más pobres» durante la pandemia del covid-19, que a la fecha suma 166 contagios y siete muertes en Venezuela.
El fervor popular le atribuye al Nazareno de San Pablo milagros durante una epidemia que se esparció en el país en el siglo XVII y fue conocida como la «peste del vómito negro» o escorbuto.
«Quita la pandemia, por favor», clamó en Twitter Nina (@cari_est), quien siguió el recorrido por las redes sociales.