Uno de los puntos más controversiales del mundo de la geopolítica petrolera durante 2022 fue el claro alineamiento de la OPEP con Rusia, en medio de su guerra con Ucrania, que estalló a finales de febrero.
¿En qué marco económico se produjo esta decisión? ¿Cuáles son los elementos de política petrolera que llevaron a los países productores a su polémica determinación?
El economista petrolero Rafael Quiroz Serrano explica que ha habido críticas occidentales en torno al significado político atribuido al recorte de 2 MMB/D acordado en octubre, y ratificado en diciembre.
“Esto ocurrió en el marco de las presiones estadounidenses por una mayor producción que ayudaría a bajar los precios antes de las elecciones locales de mitad de período y el ataque militar ruso a Ucrania. Hay un rechazo a este tipo de medidas de control o influencia en el mercado por parte de los consumidores, una especie de club de compradores, aunque desde el G7 han descartado que tenga otro propósito distinto al de evitar que el gobierno ruso siga financiando su agresión contra Ucrania con mayores ingresos producto de sus ventas de petróleo y gas natural”, dice Quiroz.
Los productores petroleros consideran que medidas como el tope de precios, las sanciones y las enormes ventas de reservas estratégicas, pueden interpretarse “como pasos para disminuir el control de mercado que ejercen los productores agrupados en organismos como la OPEP Plus”.
Además, Quiroz advierte sobre un punto más estratégico que táctico:
“Todo ello es alimentado por las presiones para que se vendan fósiles con una cantidad cada vez menor de emisión de gases de efecto invernadero, “lo cual conduce a un cambio de dirección en la agenda energética global sobre energía, pasando a un mayor control de los países consumidores”.
Realineamiento en el mercado
Con las sanciones occidentales a Rusia se ha producido un realineamiento importante del comercio mundial al llegar más petróleo de productores del Medio Oriente a Europa, para compensar el embargo europeo a las importaciones rusas.
Sobre esto, Quiroz comenta que se tendrá un cuadro más claro de las corrientes comerciales petroleras mundiales, cuando el mercado choque con el límite tanto de China como India para absorber crudo ruso.
El tope de precios al petróleo ruso impuesto por occidente le daría una ventaja estratégica a estos países asiáticos para negociar más ventajosamente sus compras de este crudo.
El economista precisa que el petróleo saudí exportado a Europa a través del oleoducto Sumed de Egipto y los puertos saudíes promedió 798 MB/D entre octubre y noviembre de 2022, con 663 MB/D entre enero y febrero, antes de la invasión de Rusia a Ucrania, según datos de la firma de análisis Vortexa.
Los objetivos del tope de precios de mantener el suministro ruso en los mercados globales, evitar presiones alcistas sobre los precios por escasez de crudo ruso y, al mismo tiempo, limitar los ingresos del Kremlin -por las ventas- “pareciera que se cumplieron durante el mes de diciembre”.
Comenta que uno de los factores que más incidió en el derrumbe de los marcadores hasta niveles próximos a 70 U$B del WTI, y de 73 U$B del Brent fueron las estrategias que daban cuenta de una escasez de crudo que no se presentó.
“Por el contrario -dice Quiroz- la estructura en sesgo de precios de los mercados futuros viene reflejando una mayor acumulación de barriles ante prospectos más débiles de demanda. En este sentido, los datos de EE.UU. muestran que la posición larga neta de los fondos de cobertura en contratos de crudo Brent está cerca de su nivel más bajo en los últimos 10 años, y la proporción de posiciones largas a posiciones cortas está en su nivel más bajo desde noviembre de 20”.
El economista observa un proceso de “corrección precios”, una caída de los precios sería la primera en forma trimestralmente consecutiva desde mediados de 2019.
Corrección de precios
Los fundamentos proclives a corrección de precios son claros cuando la OPEP informa que en el segundo y tercer trimestre, la oferta mundial de petróleo superó la demanda de petróleo en 200 MB/D y 1.1 MMB/D respectivamente, tras registrar un déficit de 300 MB/D en el primer trimestre.
Y dice que eso deja en el pasado todo el comportamiento alcista que experimentaron los precios, después de la invasión militar rusa a Ucrania”
“La prima de riesgo por la incertidumbre sobre el suministro se desvaneció, tocando la última semana de 2022 los menores niveles en el año”, sentencia el economista.
Y plantea como conclusión:
“No son pocos ni son tibios los vaticinios que se oyen desde las diversas agencias internacionales especializadas en el mercado petrolero sobre el futuro del petróleo para 2023. Demanda, oferta, producción, consumo, guerra Rusia-Ucrania, acumulación de inventarios, sanciones diversas a países petroleros, el debilitamiento de China, el enfriamiento de la economía mundial, y otras variables coyunturales tenebrosas, avizoran tiempos oscuros para un mercado petrolero que finalizó el año 2022 tan inestable como impredecible el 2023 y cuando los precios serán las joyas de la corona disputadas tanto por consumidores como productores del mundo”.